Entre enero y junio del presente año, se difundieron datos acerca de la deforestación en la Amazonía. Según estos datos, dando a conocer que en esta fecha la misma tuvo un aumento de 25%. Un total de 3.069,61 km2 siendo un récord de lo confirmado desde 2015.
En total, para el mes de junio la deforestación de la Amazonía alcanzó 1.034,4 km2 frente a 934,81 km2 arrasados en junio del pasado año. Esto se dio a conocer a partir de datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por su sigla en portugués).
Esta realidad se presenta frente a las presiones de movimientos sociales de Brasil y de la comunidad internacional que han insistido en la necesidad de controlar el daño ambiental en esta región que aporta gran cantidad de oxígeno a todo el planeta.
Además, estos datos coinciden con la llegada de incendios por la temporada seca, lo que aumenta a su vez la multiplicación de enfermedades respiratorias en plena pandemia del coronavirus, que está además, azotando a Brasil frente a la irresponsabilidad de Bolsonaro en cuanto a la gestión de la misma.
Jair Bolsonaro, defensor de la explotación minera y la deforestación ha decretado el envío de tropas militares a la región.