Lo he dicho, no dejan de asombrarnos las situaciones extrañas que crea o monta un sector de la oposición en su conspiración continuada y la iniquidad de sus acciones que dibujan la traición a la Patria. En esta oportunidad se recurre al pago de ejércitos de mercenarios o terroristas para derrocar el Gobierno y aniquilar las instituciones republicanas. La campaña “Ya casi Venezuela” lo dice todo: “Votaste el 28 de julio por la libertad. Ahora llegó el momento de votar con dólares”.
Pagar “con dólares” la invasión de un país, de tu país, es un acto de traición a la Patria de lo más deleznable. El pago lo hacen a la manera perversa de “donación” y viene con la expresión de una nueva naturaleza de la guerra que se alimenta de técnicas de desinformación y propaganda dirigidas a agotar psicológicamente los receptores de información.
Es la guerra cognitiva con su componente estratégico de desinformar y desestabilizar, por ejemplo, a Estados, instituciones y poblaciones e influir en sus decisiones y su autonomía, entre otras cosas. Advierte un politólogo estadounidense (Michael J Mazarr) que la desinformación aprovecha las vulnerabilidades cognitivas de sus objetivos valiéndose de las ansiedades o creencias preexistentes que los predisponen a aceptar información falsa.
Un informe del Movimiento Futuro señala que la Agencia de los Estados Unidos para los Medios Globales (Usagm) se dedica la mayoría de veces a desinformar y distorsionar información mediante campañas mediáticas contra aquellos gobiernos o actores globales que se contraponen a los intereses estadounidenses.
Entre los objetivos que se propuso este año está la declaración de fraude electoral en Venezuela, el desconocimiento de la victoria de Nicolás Maduro y el establecimiento de una figura de gobierno paralelo como fue el caso de Juan Guaidó en 2019. Y agrega el informe: “En la guerra cognitiva, la Usagm es apenas uno de los instrumentos con que Washington produce sentido en una sola dirección: que Venezuela es una “dictadura” y su presidente un “dictador”.
Por supuesto, en la exagerada difusión masiva de noticias falsas contra Maduro, las elecciones y el chavismo, crearon la campaña “Ya casi Venezuela”, la más grande defraudación económica y política de los últimos tiempos, que en cuenta regresiva concluyó.
Beltrán Haddad
ÚN.