La posibilidad de un nuevo espacio de diálogo entre el gobierno y la oposición venezolana, es un hecho constante y no un logro de la presión y el chantaje de un acuerdo de «Salvación Nacional». Así lo demuestran los más 300 llamados a diálogo realizados por el presidente Nicolás Maduro.
CNE de la discordia
La designación por parte de la Asamblea Nacional (AN) del nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) que regirá los procesos electorales en los próximos 7 años, además de un cronograma electoral para los comicios municipales y regionales de 2021; ha traído un conjunto de reacciones en el sector opositor que, lejos de sorprender, reafirma la crisis interna de liderazgo.
Por un lado, en un acto de reconocimiento de las instituciones, se perfilan candidaturas independientes de quienes, años atrás, se mostraban como militantes de los partidos de derecha. Mientras un Juan Guaidó disminuido presenta un “Acuerdo de Salvación Nacional” que solo pretende salvarlo a él. En un intento de capitalizar o salvarse el pellejo, en medio del actual escenario de estabilidad política alcanzada por el gobierno de Nicolás Maduro.
Acuerdo que no es acuerdo
En ese cruce de «opciones sobre la mesa», se alborotaron los “líderes” de las organizaciones de ultraderecha. Los mismos que insisten en la intervención militar y la profundización del bloqueo contra el pueblo. Este grupo, liderado por María Corina Machado, Antonio Ledezma y Diego Arria; si bien no suma nada electoralmente, representa un sector simbólico en la derecha cuya ausencia y desacuerdo deja dos preguntas al aire:
- Si Guaidó no construyó el acuerdo con sus aliados ¿Con quién lo hizo?
- ¿Qué garantías se tienen de que respeten la voluntad del pueblo cuando no pueden ponerse de acuerdo a lo interno de sus organizaciones?
Las cosas no han cambiado mucho, todo indica que no están dispuestos a poner fin a las sanciones ni tampoco creen que la vía electoral sea la mejor salida a una crisis que ellos mismos provocaron.
Las cartas están sobre la mesa. La constitución exige la realización de los comicios este año y sobre eso no debe haber dudas ni condiciones. Los únicos términos de negociación y diálogo los pone el pueblo, víctima de un bloqueo.