Cuando se detectó el primer caso el 31 de diciembre de 2019, nadie podía imaginar que el planeta sería estremecido por una pandemia letal, que ha colapsado los sistemas de salud de la enorme de países en el mundo, ha generado una gigantesca crisis humanitaria, económica y social en los cinco continentes y mantiene en alerta a más de 7 mil millones de personas porque se registran más de nueve millones de pacientes positivos y casi 480 mil víctimas fatales.
Estados Unidos es, desde hace 2 meses, el epicentro del coronavirus y difícilmente algún país pueda alcanzarle porque suma 2.400.000 casos y 125 mil fallecidos, mientras Donald Trump sigue cuestionando a la Organización Mundial de la Salud (OMS) desafiando a la pandemia con reuniones en la precampaña que busca la elección e imponiendo una desatención general en todas las aristas sociales a un pueblo que sufre y muere como nunca antes en el último siglo.
La segunda nación con más afectación por la pandemia es Brasil, que registra 1.150.000 contagiados y 53 mil muertes, número que son alarmante pero que representan sólo un aproximado porque tiene un gran subregistro porque no realizan las pruebas necesarias y han desobedecido a todas las políticas de prevención que ha dictado la OMS por la prepotencia e irresponsabilidad de su presidente Jair Bolsonaro.
Latinoamérica acumula 100 mil fallecidos por la pandemia, el 54% de esos reportes son del gigante amazónico, mientras México lo secunda con más de 23 mil decesos, luego está Perú con más de 8.400 muertes y en la cuarta casilla se ubica Chile con 4.731 reportes fúnebres.
Europa que hasta hace nada fue el epicentro de la pandemia, ha registrado más de 200 mil fallecidos por el coronavirus, Asia se acerca a las 30 mil víctimas y África tiene más de 6 mil.
Todavía no se ha determinado el tiempo para conseguir una vacuna efectiva, pero todos los países están abocados a la tarea de hallarla lo antes posible porque es el único mecanismo que garantizaría la erradicación de este letal virus.
Venezuela es de los países con el índice de letalidad más bajo de todo el continente y buena parte del mundo, promediando con 35 fallecidos un total de 0.12 por cada 100 mil habitantes.
