Honor y Gloria al Negro Primero: lealtad infinita en Carabobo

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Hay debates entre los historiadores sobre los orígenes de Pedro José Eusebio Camejo, Pedro Camejo o mejor conocido como «Negro Primero«, pero la mayoría considera que nació en San Juan de Payara, estado Apure en la extinta “Capitanía General” de Venezuela en 1790.

De lo que sí no hay duda es que murió en plena batalla, en Campo de Carabobo, en la también extinta “Gran Colombia” el 24 de junio de 1821. El 24 de junio de 2015 fueron trasladados los «restos simbólicos» del Negro Primero al Panteón Nacional, donde un «machete» que se supone perteneció a Camejo y tierra del Campo de Carabobo fueron trasladados en un recorrido desde Apure hasta Caracas.

Esclavo, realista y patriota

Pedro Camejo era esclavo en el estado Apure y fue “cedido” a las fuerzas “realistas” (españoles) por su corpulencia, que intimidaba a todo aquel que le veía. Fue un luchador a muerte en las fuerzas españolas hasta que escapó y se escondió en las llanuras de Payara. Allí se “cruzó” en los caminos con el General José Antonio Páez quien lo reclutó y convirtió en su “hombre de confianza”. Luego juró lealtad a las fuerzas patriotas (independentistas) hasta su muerte en Carabobo.

“Delante de mí solamente la cabeza de mi caballo”

Negro Primero” le apodó José Antonio Páez porque siempre estuvo en la vanguardia de todas las batallas; mientras él llamaba a Páez «el mayordomo». Fue el «alma» de los lanceros, con ocurrencias, chistes y elevando la moral de las tropas con sus arengas en batalla.

El encuentro con Bolívar

En 1818, cuando el general en jefe Simón Bolívar llegó a San Juan de Payara, durante el desarrollo de la Campaña del Centro, vio a Camejo por primera vez. La valentía y corpulencia del guerrero, junto a las referencias que le dio el general José Antonio Páez sobre él, despertaron interés en el Libertador y, en una breve charla que sostuvieron, Bolívar le formuló algunas preguntas. Pedro Camejo contestó con algo de ingenuidad y sencillez; explicó con honestidad que, en principio, se había unido a las filas del ejército republicano por codicia, pero que luego comprendió que la lucha tenía otros propósitos más elevados.

Triunfó en las Queseras

Fue uno de los 150 lanceros que participaron en la Batalla de las Queseras del Medio en 1819 y en esa ocasión recibió la Orden de los Libertadores de Venezuela.

La frase

El escritor Eduardo Blanco, en «Venezuela Heroica«, narra el momento cuando herido de gravedad, Camejo se presentó ante el general Páez y, con voz desfalleciente le dijo: «Mi general, vengo a decirle adiós porque estoy muerto«.

 

 

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