Garantizar la demanda interna y blindar el sistema de autosuministro de rubros, bienes e insumos científicos-tecnológicos, es una de las estrategias que han dado a conocer las autoridades de la República Popular China, en la nueva etapa económica que ha comenzado a transitar el país asiático.
«Para el futuro debemos tratar la demanda interna como el punto de partida y de apoyo”, ha dicho el presidente Xi Jinping en declaraciones recientes, difundidas por agencias internacionales.
Con una larga tradición en la producción a gran escala de bienes que por décadas han inundado el mercado de las exportaciones, China ha afrontado en el ámbito financiero y comercial no sólo los embates de la pandemia por el coronavirus, sino también una feroz guerra económica por parte del gobierno estadounidense.
El mandatario chino también ha hecho énfasis en acelerar “la construcción de un sistema completo de consumo interno y nos proveemos en gran medida de innovaciones en ciencia, tecnología y otras áreas”; un giro que -según analistas financieros- apunta hacia un cambio de estrategia inédito promovido por el gigante asiático.
Recientemente la agencia de noticias Xinhua publicó las declaraciones de Xi Jinping en torno al tema, mientras que el periódico hongkonés The South China Post (propiedad de la corporación china de comercio electrónico, Alibaba), ha reseñado la opinión de expertos acerca del viraje anunciado en la dinámica económica.
Al considerar la posibilidad incluso de que se produzca eventualmente “un desacoplamiento con el gobierno de Estados Unidos”, el economista Hu Xingdou considera que la nueva estrategia pareciera ser “una especie de preparación de China para el, peor de los casos”.
El especialista chino no descarta que la situación a la que los constantes ataques estadounidense han colocado las relaciones económicas, pueda inclusive llevar a un distanciamiento de China con respecto al mundo occidental.
Más que un pulso entre dos fuerzas antagónicas del sistema económico, la realidad mundial -hoy permeada por la llegada del covid-19- refleja las consecuencias de medidas ilegales impuestas por Whashington, mediante la inclusión de empresas e instituciones chinas en la lista considerada objeto de las denominadas “sanciones”, según el criterio de la administración Trump.
