Dos empresas mercenarias estadounidenses, Blackwater y SilverCorp USA, están asociadas a la incursión de mercenarios contra Venezuela que fue frustrada por la unión cívico militar policial en la operación llamada Negro Primero, aplastamiento del enemigo, el pasado 3 de mayo. Así lo informó este miércoles el presidente de la República, Nicolás Maduro.
“El Departamento de Estado recomienda contratar a SilverCorp o Blackwater, pues el gobierno de EE.UU. no tenía disposición de asumir de frente una invasión con sus propios militares”, aseguró el mandatario nacional.
La firma de seguridad Blackwater ofreció sus servicios mercenarios en 2019: 5 mil hombres por 40 millones de dólares para derrocar al gobierno de Venezuela, liderado por Nicolás Maduro.
La compañía Blackwater surgió en 1997 para entrenar marines y soldados en EE.UU., pero pronto se convirtió en un ejército privado que participó en Afganistán e Irak, donde fue responsable de la matanza de civiles. Con inmunidad legal y contratos millonarios con la CIA, además esta vinculada en el apoyo del más reciente intento de golpe de Estado contra Venezuela.
Según un informe de Reuters, el presidente de Blackwater, Erik Dean Prince, ex comando ‘Seal’ de la Armada de EE.UU., con el que había actuado en Haití, Medio Oriente y los Balcanes; se ha reunido con partidarios influyentes del presidente Donald Trump y venezolanos adinerados que viven en el exilio para sumar apoyos en favor de un plan que consistía en «romper el estancamiento» entre el presidente Nicolás Maduro y el opositor respaldado por Estados Unidos, Juan Guaidó. Para ello enviaría a 5.000 tropas de habla hispana a Venezuela por un costo de alrededor de 40 millones de dólares.
La firma de seguridad Blackwater ofreció sus servicios hace un año: 5 mil hombres por $40 millones para tumbar a Maduro. Sin embargo, Guaidó prefirió contratar una empresa desconocida y a un gringo asociado al narco Clíver por $212 millones. No entiendo. https://t.co/I1t24yBBtf
— Orlando Avendaño (@OrlvndoA) May 6, 2020
Una de las fuentes anónimas de Reuters dijo que los mercenarios de Prince consistirían en «peruanos, ecuatorianos, colombianos, hispanohablantes», pues la presencia de tales tropas sería más aceptable que la de los estadounidenses. Prince había celebrado reuniones sobre el asunto a mediados de abril de 2019.
Lital Leshem, director de relaciones con inversionistas de la firma de capital privado de Prince, Frontier Resource Group, había confirmado previamente que Prince estaba trabajando en una solución a la crisis en Venezuela, «tal como él tiene una solución para muchos otros lugares».
El uso mercenario de empresas militares de seguridad privada («contratistas») es una práctica común en el Gobierno de Estados Unidos a lo largo de su historia, en correspondencia con sus intereses imperiales.
En los últimos años se ha apreciado cómo muchos de los militares, políticos, diplomáticos y contratistas infiltrados en Medio Oriente son «promovidos» hacia América Latina y El Caribe.
Las pretensiones geoeconómicas y geopolíticas estadounidenses llevan directamente a la promoción de la guerra, de allí incrementan las necesidades logísticas y de efectivos militares que se solucionan con la intervención de las empresas mercenarias en países latinoamericanos, como Blackwater, SilverCorp, DynCorp, Bechtel, Lockheed Martin, Grupo Rendon, y Raytheon, entre otras.
La intervención criminal de estas para-estructuras de los gobiernos estadounidenses en otros países ha traído como consecuencia un sin número de víctimas, la inestabilidad político-institucional del país donde ingresen, el quebrantamiento de la seguridad ciudadana y del Estado de Derecho.
Actualmente, las empresas mercenarias de EE.UU., Blackwater y SilverCorp, salen a relucir en la incursión de mercenarios en Venezuela que fue frustrada por la unión cívico militar policial en la operación llamada Negro Primero, aplastamiento del enemigo. No obstante, el gobierno de EE.UU. desechó el contrato de Blackwater y prefirió finalmente el de SilverCorp.
Entretanto, el gobierno constitucional de Venezuela, liderado por Nicolás Maduro cuenta con el respaldo absoluto de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que en articulación cívico militar policial pudo detener las pretensiones injerencistas y agresiones terroristas de EE.UU. Además, Venezuela tiene reconocimiento político y alianzas estratégicas con países como Rusia, China y Cuba, entre otros, lo cual le ha permitido hacer frente a las sanciones coercitivas y unilaterales impuestas por la administración de Trump.
