Este sábado 18 de abril, en su programa La Hojilla, que transmite la estatal VTV, Mario Silva difundió un audio enviado por un sujeto llamado Oswaldo Pacheco a Demóstenes Quijada, «gerente de planificación» del opositor Juan Guaidó, que pone en evidencia la implicación de ese grupo en planes de robo de recursos venezolanos y de magnicidio orquestados desde Colombia por el prófugo desertor Clíver Alcalá Cordones.
En el audio, Oswaldo Pacheco, quien se identifica como “jefe de operaciones y seguridad”, dice a su interlocutor (Demóstenes Quijada): «¡Verga, no sé, te lo juro por lo que tú quieras, Demóstenes Eduardo, que me da caga cuando nosotros entremos y con el equipo que tenemos no solamente tú y yo, aunque tenemos que incluirnos».
“A mí me va a dar un derrame cerebral un día de estos con Rina, Rico o Pollo o Sergio Vergara. Me va a dar una vaina (…) Por eso te digo, por mi salud mental y por evitar un conflicto más grande, por Dios Santo, que desde hace 2 ó 3 días voy a tener que hacer lo que nunca pensé: hacer algo afuera. No me importa, pero algo debo poder hacer afuera, aunque sea encargado de negocios, pero no sé si voy a aguantar gobernar con este tipo”, confiesa desesperado, en alusión a su jefe, Juan Guaidó.
El audio fue sacado del teléfono celular del ingeniero y consultor estratégico de Guaidó, Demóstenes Quijada, tras un allanamiento que hicieron funcionarios de la Dgcim a su residencia el pasado 2 de abril, acusado formalmente de los delitos de terrorismo, asociación para delinquir, ocultamiento de armas y explosivos, y ocultamiento de menor cuantía de drogas.
El señor Sergio Vergara del que habla Pachecho «es uno de los que conjuntamente con el narcotraficante Clíver Alcalá, J.J. Rendón, y los mercenarios de la DEA firmaron y se comprometían a armar grupos paramilitares para, según lo confesó el mismo Clíver Alcalá, matar al presidente Maduro”, explicó Mario Silva sobre el documento que Alcalá dijo tener consigo como garantía de vida mientras estuviese en Colombia.
El mismo Clíver Alcalá admitió desde Barranquilla a medios de comunicación colombianos la existencia de un plan terrorista fracasado, que lo obligó a irse a Estados Unidos rescatado por la Administración para el Control de Drogas (más conocida como DEA, por su sigla en inglés).
