Durante años, el sector la Curva de Molina, al oeste de Maracaibo en el estado Zulia, funcionó como epicentro de la desidia, pero a inicios de 2020, inició una transformación en la que pocos creyeron.
El pasado primero de enero, la alcaldía bolivariana de Maracaibo y la misión Venezuela Bella emprendieron la toma de esta zona olvidada por gobiernos de otrora y que anteriormente estuvo ocupada por el comercio informal, mafias, desorden urbano, actos delictivos, transacciones ilegales e insalubridad; incluso, hasta una especie de terminal de pasajeros improvisada y caótica. La meta fue la rehabilitación en 75 días.
Entrevistado en exclusiva para RedRadioVE, el alcalde de Maracaibo, Willy Casanova, explicó que la «Curva de Molina es un espacio de articulación con el oeste de Maracaibo, donde viven al menos un millón de personas, por lo que esta intersección se convierte en un paso de movilidad de unas 400 mil personas a diario».
Casanova explicó que la situación de caos e insalubridad en el sector se debió a que el gobierno local anterior, administrado por Eveling Trejo de Rosales del partido Un Nuevo Tiempo, «nunca ejerció ninguna acción con respecto a la Curva de Molina. Lo que nosotros recibimos era un total desastre».
El alcalde detalló que se debió hacer una restauración completa de los servicios públicos: gas, luminaria, semaforización, aguas servidas, arborización, pavimentación y reordenamiento del transporte público así como de la economía informal, sobre este último, la alcaldía de Maracaibo acordó con los actores informales la construcción de nuevos mercados para restablecer el comercio.
Dignificación
La autoridad municipal manifestó la importancia de la presencia de los organismos de seguridad, así como la construcción de los espacios públicos en este sector donde se inauguró en primera fase la plaza Curva de Molina y otra que será la Plaza Bolívar del oeste de Maracaibo, de igual forma una terminal de pasajeros que permita reordenar el sistema de transporte público, y un módulo de desarrollo social en el que funcionarán las políticas de protección a los ciudadanos.
Entre la población maracaibera hay sorpresa e incredulidad, porque muchos reconocen que jamás habrían imaginado que fuese posible una restauración a ese nivel. Sobre esto se refiere el alcalde Casanova: «muy poca gente se esperaba una transformación integral en tiempos de guerra económica en un sitio que desde hace años no se generaba una inversión tan importante», además resaltó que la cámara municipal está trabajando en una ordenanza que rija la convivencia en el perímetro de la Curva de Molina.