La pandemia del coronavirus ha presentado escenarios dolorosos en distintas latitudes del planeta. Pero hay tragedias que suman mayor vergüenza e indignación al complicado escenario global. Tal es el caso de Ecuador, un país de Latinoamérica que recientemente se había levantado contra la imposición de políticas neoliberales y hoy es víctima del rostro más siniestro de este modelo que celebra la muerte.
¿Qué pasa en Guayaquil?
Guayaquil reporta un saldo incierto de fallecidos. Hasta la fecha, según declaraciones oficiales hasta este domingo 12 de abril son 7 mil 466 casos positivos, 501 casos con alta hospitalaria, 7 mil 118 descartados y 333 personas fallecidas en Ecuador. Sin embargo, hay reportes para la ubicación de los cadáveres que son también oficiales y desmienten estas cifras. Según información del gobierno nacional, al 11 de abril se contaban mil 878 fallecidos en Guayaquil.
La emergencia sanitaria que se ha generado se refleja en cadáveres en las calles, personas quemando a sus familiares fallecidos por no tener respuesta oficial, elaboración de ataúdes de cartón, entre otros hechos atroces para la sociedad humana.
«Mi tío murió el 28 de marzo y nadie viene a ayudarnos. Vivimos al noroeste de la ciudad. Los hospitales le decían que no tenían camillas y falleció en casa. Nosotros llamamos al 911 y nos pidieron paciencia. El cuerpo sigue ahí en la cama donde falleció, porque nadie lo puede tocar ni nada de esas cosas», narró Jésica Castañeda, sobrina de Segundo Castañeda, víctima fatal del covid-19.
En palabras del propio presidente Lenín Moreno, se confirma la incertidumbre en cuanto a los datos reales:
«Sabemos que tanto en número de contagios, como de fallecimientos, los registros oficiales se quedan cortos. La realidad siempre supera el número de pruebas y la velocidad con la que se presta la atención», afirmó Lenín Moreno. «Al comienzo nos hicimos cargo de 30 personas diarias; hoy son cerca de 150 personas al día las que son recogidas», agregó, al tiempo que anunció la creación de un «cuerpo especial» de recuperación de cadáveres.
La inacción de Lenín Moreno es tal, que las políticas que se anuncian tienen que ver con la gestión de la muerte y el lucro a través de ella: construcción de cementerios junto a la empresa privada, preparación de terrenos para fosas comunes, entre otras. No existen políticas contundentes de prevención para contener la enfermedad. Queda en entredicho la gestión del sistema de salud pública dentro del modelo neoliberal.
Lenín Moreno reivindica y agradece a la actividad privada, las funerarias y los cementerios, en un extraño mensaje casi triunfalista, en el marco trágico de muerte y desolación por el impacto del coronavirus en Ecuador. pic.twitter.com/2QcJBIMTYz
— Agencia El Vigía (@AgenciaElVigia) April 12, 2020