Los otros mitos develados por el Coronavirus

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Mucho se ha hablado sobre los mitos relativos al Coronavirus, tan convenientes como “se previene con licor y calor, o sea emborrachándose en la playa”. Por fortuna, muchos expertos se han encargado de desmentirlos y es mucha la información útil que se ha difundido al respecto. En este Código Rojo nos ocuparemos, no de los mitos sobre el Coronavirus, sino de los mitos que ha puesto al descubierto el Covid-19.

 

Mito I

La Unión División Europea y el cuento de hadas de la solidaridad

Mito: “La Unión Europea es un sólido bloque continental armónico y coordinado”.

Realidad: Luego del brote del Coronavirus, cada Estado actuó bajo el viejo, pero vigente adagio de: “Sálvese quien pueda”. No hubo política continental ni sanitaria, ni financiera, ni de cooperación y ayuda a los países más afectados. El presidente Serbio no deja el mínimo resquicio para la duda: La solidaridad europea no existe, era un cuento de hadas sobre papel. Los únicos que pueden ayudarnos son los Chinos”. Pese a la severidad de su tono, se quedó corto. Los checos, más allá de declaraciones, en la práctica sobrepasaron  los límites insospechados al “confiscar” insumos médicos y distribuirlos en sus hospitales sin advertir que dichos donativos provenientes de China, tenían como destino final Italia.


Mito II

Las leyes del mercado funcionan perfectamente en sectores como la salud

Mito: “El mercado hace más eficientes sectores como la salud o educación”

Realidad: Como si se tratara de una epifanía, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, de centro derecha y discípulo aventajado del libre mercado, concluye: “Lo que ha revelado esta pandemia es que la salud gratuita, sin condiciones de ingresos o profesiones (…) no son costos o cargas, sino bienes preciosos, activos esenciales cuando golpea el destino, lo que revela esta pandemia es que estos bienes y servicios deben estar fuera de las leyes del mercado. Tampoco es que nadie lo hubiera dicho antes de la pandemia, para plantearlo como “la gran revelación”. También el Fondo Monetario Internacional, cuyo mandamiento sagrado es “Reducir el gasto público”, hizo llamados urgentes a “incrementar el gasto público”… Vaya que el Coronavirus los trae locos a todos.


Mito III

Los médicos cubanos no están calificados para ejercer la medicina

Mito: «Los médicos cubanos no tienen la capacitación necesaria, son sólo agentes del G2 cubano y agitadores políticos».

Realidad: Bolsonaro, que los despidió por los argumentos descritos en el mito, ahora “les permite ejercer”. En esta coyuntura, sus medicamentos son reconocidos por China como los más eficaces para tratar el Covi-19. También fueron a Italia y otros países de Europa para apoyarlos en este momento difícil. Por desgracia, ni su presencia en África para combatir el Ébola ha sido suficiente para combatir los prejuicios xenófobos generados desde las grandes transnacionales de la comunicación y posiblemente también olviden el aporte de Cuba en esta emergencia, pero los pueblos y pacientes que han ayudado no los engañarán.

Quienes no olvidarán a Cuba, serán los tripulantes del Crucero Británico al que no dejaban atracar en ningún puerto por la presencia de infectados de Coronavirus. Ojalá la situación vivida y la lección de solidaridad dada por Cuba, les permita ser más humanos con los migrantes del mediterráneo.


Embajadores del gobierno interino

Mito: «Los embajadores nombrados por el “gobierno interino” están plenamente facultados para ejercer sus funciones».

Realidad: Ya es sabido que no son capaces de entregar un documento de identidad. Ahora se comprueba, que los embajadores imaginarios no solventan nada. Los varados en aeropuertos los escuchan decir que «gestionan y coordinan”, pero no aportan ni una solución concreta, mientras Maduro ordenó a Conviasa repatriar a los 200 venezolanos varados en EE.UU., podrían hacer por primera vez un aporte y solicitar el levantamiento de las sanciones, así sea sólo por 48 horas para repatriar a los compatriotas.

Esa dramatización de tener un cargo diplomático, los ha llevado a renunciar por Facebook, a abandonar sus cargos, para seguir como docentes en una universidad, es decir, en un trabajo  de verdad.  Así, lo que no hacen espectáculos en embajadas o violan tratados internacionales (Costa Rica), ofrece el Esequibo como condición para apoyarle (Gran Bretaña),  ya no ejercen su supuesta función.

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