La solidaridad en la Unión Europea (UE) se puso a prueba en los últimos meses, producto del brote del Coronavirus, que llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar este territorio como el epicentro de la enfermedad Covid-19, sustituyendo a la República Popular China.
Mientras tanto, líderes europeos han encabezado la campaña del «sálvese quien pueda», comenzando por la Canciller alemana, Ángela Merkel quien ha dicho en reiteradas oportunidades que cada país miembro de la UE debe asumir medidas propias, para controlar el virus y los presidentes de Italia y España, que en una primera etapa del brote permanecieron inertes, ahora piden desesperadamente solidaridad internacional, al no encontrar en la UE, un mecanismo para salir unidos de la crisis.
A todo esto, se suma una situación complicada, la República Checa anunció en días recientes la supuesta «confiscación de un lote de material médico que se utiliza para el combate al coronavirus», procedimiento supuestamente realizado por las fuerzas policiales, contra unos «delincuentes checos».
This is wild: China sent Italy a huge shipment of 680,000 masks and thousands of respirators to help it contain coronavirus, but while it was traveling the Czech Republic seized it for itself
Both countries are EU members. European solidarity is a fantasy https://t.co/ct0yLUqt0K
— Ben Norton (@BenjaminNorton) March 22, 2020
Sin embargo, la noticia trascendió luego que el diario «La República» sacara a la luz una investigación que asegura que los materiales tenían como destino Italia, cuyas cajas estaban plenamente identificadas con escritos en mandarín e italiano, las cuales fueron interceptadas por carros policiales checos, para posteriormente ser distribuidos en hospitales del país europeo, sin haber consultado con Italia ni China, obligando al país asiático a reponer el donativo.
Esta situación suma un nivel más, en las tensiones existentes a lo interno de la UE y muestra el verdadero rostro de una comunidad que se presenta como modelo.