por: Roberto Malaver
Dice Cinthya: “El líder de la Banda Los Interinos lo perdió todo en un final de fotografía”. Se queda pensando lo bien que le quedó esa frase. Sonríe. Y vuelve a decir: “Todos lo pudimos apreciar claramente. El juez, que somos todos los que vimos las fotos, no duda en decir que lo perdió todo en final de fotografía, como decían los locutores de las carreras en el hipódromo, dice mi padre, que de paso, parece que siempre iba acompañado de Humberto Celli, quien era para aquel momento presidente o secretario general de AD”.
Busca en su celular inteligente las fotos donde el líder opositor y autoproclamado presidente por Trump y otros, abraza a dos de los miembros de la Banda Los Rastrojos. Uno de ellos, El Brother, está con un pistolón en la cintura. El otro, al que llaman El Menor, mira a la cámara para dejar clara su presencia. Cinthya mira detenidamente la foto y vuelve a decir:
-Se impone la sinverguenzura. La desfachatez. Y lo peor es la manera de enfrentar esa denuncia. Diciendo una cantidad de barbaridades que lo comprometen más aún. Él, se pregunta, ¿Quién le dio esas fotos a Diosdado?. Pareciera que nunca hubo cerebro en esa cabeza. Solo un vacío dispuesto a recibir órdenes. Y es lamentable que algunos venezolanos apoyen a una persona así, sin ninguna representatividad. Ningún acierto a favor. Solo el servilismo. Yes. Yes. Yes. Solo eso. A Trump lo engañaron diciéndole que ellos salían de Maduro con la ayuda humanitaria. Con solo entrar a Venezuela los militares se incoporaban y listo, se acabó Maduro. Y Mike Pence, después del fracaso, lo entendió todo: habían sido engañados. Y ese engaño se paga. Dice mi padre que se puede engañar a Trump y a Pence y a Pompeo y a Bolton, pero al que no se puede engañar ya es a este pueblo, que ha aprendido mucho.
El mesonero llega y deja las dos tazas de café sobre la mesa. Mira a Cinthya Machado Zuloaga de frente y dice: “¿Me puedo tomar una foto con usted?”. Ella dice que sí, y el hombre me pasa su celular. Tomo la foto. Y le doy el celular. El mesonero ve la foto y dice: “Ahora en el barrio sí me van a creer que yo le sirvo el café a la mujer más bella del mundo”. Y se va.
Y Cinthya termina diciendo: “Esta tarde tuvo también su final de fotografía”.
@RobertoMalaver