Existe un artículo en la Constitución venezolana cuya norma ha sido malinterpretada por la oposición extremista de derecha, sobre todo cuando era mayoría en la Asamblea Nacional dirigida por Juan Guaidó, el mismo que invocó esa interpretación golpista del artículo 187 con el fin de pedir la intervención militar de un gobierno extranjero en nuestro país, de la misma forma en que hoy lo solicitan con vehemencia, con la pasión propia de un pitiyanqui, el mismo que se desespera por querer ser un yanqui y termina pidiéndole a EEUU que invada con su ejército a Venezuela.
¿Qué significa eso de pitiyanqui? Le preguntaron una vez a don Mario Briceño-Iragorry, quizá el primero en utilizar ese término en Venezuela; él respondió que el calificativo de “pitiyanqui” se lo ha dado a los “compatriotas” prestados a hacer juego a los intereses norteamericanos, en perjuicio de los sagrados intereses de Venezuela. Y siguió narrando el origen de la expresión: “La palabra pitiyanqui no la he inventado yo. La palabra es puertorriqueña. La acuñó el alto poeta Luis Lloréns Torres.” No obstante, Briceño-Iragorry dejó claro que el pueblo puertorriqueño sin haber gozado las libertades de la República, se ha sentido en unión permanente con la América de Bolívar, de San Martin, de Morelos y de Martí.
Pero volviendo a la perversa interpretación que hizo la oposición para justificar la intervención militar de EEUU en Venezuela, quiero decirles que el artículo 187 de la Constitución no tiene nada que ver con invasiones o intervenciones militares. Solo se refiere, entre otras atribuciones de la Asamblea Nacional, a la de autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país. La expresión “misión militar” significa representación de ese orden institucional de un Estado en otro Estado con base, por ejemplo, en tratados internacionales, sobre todo para la paz, nunca para la guerra. Ahora, con o sin esa malintencionada interpretación del artículo 187, quien pida la invasión extranjera en Venezuela comete el delito de traición a la Patria, muy grave en estos momentos de asedio y amenazas del gobierno de Donald Trump. En fin, los mueve el ser pitiyanqui, esa cosa antinacional que busca ser yanqui y termina en la desesperación de no poder serlo, por más residencia que tenga o por más pedidos de invasión que haga. Eso sí, nunca dejará de ser una desvergüenza.



