El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, elevó su llamado político y espiritual para defender la identidad nacional, asegurando que la verdadera esencia de la Patria reside en la fe, la honestidad y los valores de su pueblo, desmarcándose de las narrativas que buscan estigmatizar a la nación ante el mundo.
En su alocución desde una nueva jornada de OBRATÓN, el Jefe de Estado enfáticamente desmintió cualquier idea de superioridad, contrastando el espíritu venezolano con las tendencias supremacistas globales:
«Yo respeto a todos los países del mundo. Por ningún segundo le puede pasar a nadie por la mente que nosotros tenemos una idea supremacista, no. Estamos bien lejos de lo supremacista. Nosotros lo que tenemos es amor por lo nuestro.»
La revelación espiritual de los Santos de la Patria
El Mandatario centró su mensaje en la reciente doble canonización de figuras históricas: el Dr. San José Gregorio Hernández, a quien calificó como el «Médico de los Pobres, el fundador de la medicina social», y la Santa Madre Carmen Rendiles Martínez.
El Presidente Maduro destacó que este evento marca un punto de inflexión en el autodescubrimiento nacional: «Fue un día de gozo espiritual, de autodescubrimiento, de decirle al mundo lo que somos».
Ante las acusaciones y campañas difamatorias en su contra, el Presidente fue contundente:
«No me cansaré ni un segundo frente a los supremacistas que acusan al pueblo de Venezuela de ser un pueblo de locos [o] delincuentes del ‘Tren de Aragua’. Están bien equivocados. Nuestro pueblo es de San José Gregorio Hernández, de la Madre Santa Carmen Rendiles, de Simón Bolívar; es un pueblo de santos, santas, sabios y libertadores. ¡Es la venezolanidad!»
Denuncia de Fascismo y Rescate de la Dignidad
En el plano de la política exterior, el líder Bolivariano elevó una denuncia contra los sectores fascistas que, a su juicio, promueven mensajes negativos y una abierta injerencia militar contra una nación de paz.
El Jefe de Estado repudió la actitud de quienes aplaudieron el secuestro masivo de venezolanos en el extranjero, reivindicando la acción humanitaria del Gobierno:
«Hubo gente demoníaca que salieron a aplaudir y apoyar eso… y nosotros salimos a rescatar a estos muchachos porque eran inocentes y los rescatamos. Así fue, 252 muchachos que regresaron a la Patria a trabajar, estudiar, a ayudar a su familia.»
El Presidente culminó con un llamado a la unidad incondicional en torno a los valores nacionales y la soberanía patria, defendiendo la dignidad del venezolano: «¡Basta ya de campañas sucias en contra de Venezuela! Defendamos la venezolanidad profunda de un pueblo chévere. Le digo a los imperios que lo nuestro es como es: soberano [y] patriota».
Prensa Presidencial