La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, se negó rotundamente a recuperar los cuerpos de los presuntos narcotraficantes que Estados Unidos atacó la semana pasada en el Caribe. Nadie conoce la identidad de las víctimas ni se ha denunciado su desaparición. Esta acción parece una maniobra del gobierno trinitense para no comprometer a Washington con las acusaciones de asesinato en aguas internacionales. Además, la mandataria anunció que su gobierno deportará a 200 presos venezolanos.
Durante una rueda de prensa, Persad-Bissessar afirmó: «No desperdiciaremos nuestros recursos buscando esos cuerpos. Los recursos de nuestra guardia costera se usarán para proteger nuestras fronteras, no para buscar traficantes de drogas muertos». No obstante, aclaró que los cadáveres se recuperarán solo en caso de que lleguen a las costas trinitenses.
Con estas declaraciones, la primera ministra respondió al presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien le había solicitado buscar los cuerpos de los tripulantes a bordo de la lancha atacada por Estados Unidos. Su postura inflexible refleja su conocida posición antivenezolana y proestadounidense, ya que su gobierno siempre ha mostrado una tendencia a favorecer a Washington.
La política migratoria y la respuesta de Venezuela
La autoridad de la isla también confirmó que su gobierno deportará a unos 200 venezolanos que se encuentran en sus cárceles. Persad-Bissessar subrayó que su política migratoria no será indulgente con los inmigrantes ilegales y que el Servicio de Policía de Trinidad y Tobago (TTPS) ha aumentado la vigilancia de los migrantes que llegan ilegalmente a la isla.
A pesar de las intenciones del gobierno trinitense, la abogada Nafeesa Mohammed, que ha representado a migrantes venezolanos en el pasado, dijo que esperaba que las deportaciones se hicieran respetando el debido proceso y los derechos humanos.
Desde Venezuela, el ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, respondió a las declaraciones de la mandataria trinitense. Él afirmó que «tiene mucha responsabilidad la señora de Trinidad y Tobago» y que su actitud «condena a los pescadores no solo de Venezuela». Por lo tanto, Cabello concluyó que el gobierno trinitense se ha «enredado con sus propias mentiras» en su afán por proteger a Washington.
En definitiva, la negativa de Trinidad y Tobago a recuperar los cuerpos del supuesto ataque estadounidense ha generado una fuerte polémica y ha puesto en evidencia la compleja relación entre las naciones del Caribe y Estados Unidos.