Apuntes sobre el socialismo chino en el siglo XXI | Por: David Gómez Rodríguez

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El arte de la política: Apuntes sobre el socialismo chino en el siglo XXI.

“La verdad es una sola, y lo que determina quién la ha descubierto no son las fanfarronerías subjetivas, sino la práctica objetiva. La práctica revolucionaria de millones de hombres es el único criterio de la verdad” Dijo Mao Tse-tung. Y hoy con una China vitalidad con mil cuatrocientos veinticinco millones de habitantes que se gobiernan a través de un partido marxista uno pudiera pensar que la “verdad” la tienen los chinos y su socialismo, dirían en mi pueblo tienen los pelos en la mano. No solo por los avances en materia económica, tecnológica y militar, sino por el desarrollo de carácter social que han logradodesde que inauguraron sus reformas económicas en 1970. Han sido más de 800 millones de personas las que rescataron de la pobreza, desarrollando un sistema económico donde se garantiza el control y la democratización de las cadenas de producción. Un dato que prueba esto es que el 68% del PIB de China en 2023 fue producido por empresas estatales, garantizando la base material para el avance social y el aumento de la calidad de vida de la clase trabajadora.  

“Sólo con el socialismo conocerá China la verdadera felicidad. Pero todavía no es el momento de realizar el socialismo. Luchar contra el imperialismo y el feudalismo es la actual tarea de la revolución china, y mientras no se la haya cumplido, no se puede hablar de socialismo. La revolución china pasará forzosamente por dos etapas: primero, la de la nueva democracia, y luego, la del socialismo. Además, la primera llevará bastante tiempo, no puede consumarse de la noche a la mañana. No somos utopistas y no podemos apartarnos de las condiciones reales que enfrentamos” Esto escribió Mao Tse-tung al tratar el tema de la Nueva Democracia en China, en plena lucha contra el fascismo japonés. Frente a la situación del mundo actual e inspirado por los datos y las reflexiones de Diego Ruzzarin me pregunto ¿China ya entró en la etapa donde se cultiva el socialismo? ¿Qué es el socialismo para los chinos en el siglo XXI?

Como queda expuesto por el maestro  Pablo Guadarrama González en su libro Marxismo y antimarxismo en América Latina, crisis y renovación del socialismo (2023)  El concepto de socialismo se encuentra en el centro de cruentas batallas ideológicas en el mundo, en especial en países cómo China, Cuba y Venezuela. En otras latitudes estos debates eventualmente se quedan en el plano de las ideas, los sueños y las anécdotas, ignorando  que cultivar el socialismo es un proceso histórico y científico que corresponde a la evolución del desarrollo material de las sociedades y al empoderamiento de las clases oprimidas que, combatiendo contra un sistema imperialista en donde las relaciones de producción feudalista y/o capitalista sigue siendo imperantes, logran tomar el control del aparato del Estado y establecer una nueva hegemonía de carácter política y sucesivamente avanzan a una transformación de carácter económica y cultural. Este hecho hay que transformarlo, logrando reivindicar el socialismo como el proyecto histórico de los trabajadores, campesinos e intelectuales en el mundo.

En plena convulsión del orden mundial, el debate actual sobre el socialismo en China y las formas que puede adoptar se centra en la producción industrializada en masa, así como en la compleja relación entre el ideal de equidad social y las realidades materiales de la producción. La revolución china en su primera etapa fue una revolución democrático-burguesa, y no una revolución socialista proletaria, esto es muy ampliamente tratado por Mao, el cual aseguró que “La primera etapa o primer paso de esta revolución, de ningún modo es ni puede ser el establecimiento de una sociedad capitalista bajo la dictadura de la burguesía china, sino el establecimiento de una sociedad de nueva democracia bajo la dictadura conjunta de todas las clases revolucionarias del país dirigida por el proletariado; con ello culminará la primera etapa. Entonces, será el momento de llevar la revolución a su segunda etapa: el establecimiento en China de una sociedad socialista”. Respecto a este tema, centrándose en la dimensión económica del socialismo, el presidente Xi Jinping, en la XI sesión de estudio grupal del Buró Político del Comité Central del PCCh (2024), afirmó que:  

“Las relaciones de producción tienen que adaptarse a la exigencia del desarrollo de las fuerzas productivas. Con miras a desarrollar nuevas fuerzas productivas, es imperativo profundizar más integralmente la reforma y la apertura, y formar nuevas relaciones de producción compatibles con aquellas. Es necesario ahondar en la reforma del sistema económico y el sistema de ciencia y tecnología, entre otros terrenos, esforzarnos por eliminar los obstáculos que dificultan el desarrollo de las nuevas fuerzas productivas, construir un sistema de mercado de elevados estándares, así como renovar formas de distribución de los elementos de producción, a fin de que todo tipo de elementos de producción avanzados y de alta calidad fluyan sin dificultad hacia el desarrollo de las nuevas fuerzas productivas. Al mismo tiempo, hace falta ampliar la apertura al exterior de alto nivel, creando un entorno internacional favorable al desarrollo de las nuevas fuerzas productivas”.

Como es evidente China ha logrado mantener su proyecto histórico asumiendo una actitud versátil y científica frente a los desafíos de este tiempo. Ha logrado promover reformas que aportan a la transformación de las relaciones de producción capitalistas, en concreto esto significa que se ha centrado en mejorar el sistema para desarrollar lo que ellos llaman las Nuevas Fuerzas Productivas de Calidad, y lo hacen de acuerdo con las condiciones específicas de sus regiones, es decir, desarrollando una relación dialéctica entre los grandes objetivos nacionales y las potencialidades territoriales; esto ha permitido fomentar el desarrollo del sistema económico socialista sobre la premisa del mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores. Otra estrategia que han utilizado es la inyección de recursos de varios factores de producción avanzados a través de alianzas estratégicas entre diversas instancias productivas de diferentes escalas, suplementando con la fuerza de instancias ya consolidadas a aquellas empresas con potencial de crecimiento. La Fundación de Investigación Económica y Social de Beijing ha llamado a este entramado de políticas el socialismo 3.0. Este tipo de avances en el campo académico también son necesarios de emular, construyendo instancias que puedan servir de puentes para el diálogo y la construcción conjunta.

Frente a los inminentes avances del socialismo en China la visión que tiene el mundo de su proyecto de desarrollo ha evolucionado. Pasó del ataque político a la curiosidad cultural, ahora, con el auge económico, el interés se acentúa y las relaciones se redefinen, sobre todo luego del ingreso del gigante asiatico a la Organización Mundial del Comercio a principios de siglo. En este contexto la humanidad ha comenzado a mirar a China como una alternativa frente al declive del modelo civilizatorio occidental. A pesar de las guerras comerciales y arancelarias que ha impulsado EEUU, ya China tiene un dominio importante de las cadenas de suministro en el mercado global y su control de minerales estratégicos determina relaciones económicas en todo el globo, cuestión que ha hecho que incluso el propio hegemón norteamericano se haya visto disminuido frente al potencial económico de los comunistas. ¿Es este el desarrollo de una nueva guerra fría en la que el bloque neoliberal está destinado a fracasar?

China ha demostrado ser el futuro en el presente, pero su sociedad es tan poderosa que a pesar de los desafíos actuales se permite soñar más allá, como lo muestra esta obra de arte llamada «China 2098» (2023) creada por el artista plástico FanWennan. No hay naves especiales con misiles nucleares ni robots asesinos al estilo gringo. En su lugar, hay un escenario de organización social y paz, majestuosas estructuras de hormigón donde se equilibran la agricultura y el arte, atravesados con símbolos que nos dan a entender que es el socialismo quien impera en el futuro. Los chinos nos dicen con su verdad en las manos que, aquellos que nos organicemos en torno a este proyecto histórico, conquistaremos los sueños de la humanidad en términos económicos, sociales, culturales y tecnológicos.

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