Un total de 183 ciudadanos venezolanos, deportados desde Estados Unidos, llegaron al país este jueves 13 de agosto en el vuelo 56 del Plan Vuelta a la Patria. Las autoridades recibieron a los connacionales en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, poniendo fin a un largo trayecto que incluyó una escala en Honduras. Este emotivo retorno marca un hito importante en el esfuerzo del gobierno por traer a casa a sus ciudadanos.
De los recién llegados, 20 eran mujeres y 163 hombres. Este grupo el más reciente en el marco del programa, se suma a los miles de venezolanos que han regresado a su tierra a través del Plan Vuelta a la Patria. Desde luego, la emoción y el alivio eran palpables en las caras de los deportados, quienes, al bajar del avión, se reencontraron con su país y su gente. En efecto, cada uno de ellos trae consigo una historia de lucha y esperanza, ahora con la oportunidad de reconstruir sus vidas en su nación de origen.
El Ministerio de Relaciones Interiores, en colaboración con diversas instituciones, organizó este operativo de repatriación. Entre las entidades que garantizaron el desarrollo seguro y ordenado del evento se encontraban el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), y el Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (Cpnb). Su presencia y coordinación resultaron fundamentales para la logística del recibimiento.
Colaboración interinstitucional asegura el retorno
Por otro lado, este arribo sigue de cerca al vuelo de repatriación del pasado 8 de agosto. En esa ocasión, 194 venezolanos deportados de Estados Unidos, incluyendo seis niños que las autoridades de migración habían retenido, también regresaron al país. La llegada de esos menores generó una profunda conmoción nacional, y afortunadamente, todos ellos recibieron atención médica inmediata y los protocolos de asistencia necesarios para garantizar su bienestar. Al igual que en aquella jornada, el gobierno se ha comprometido a brindar el apoyo integral necesario a los recién llegados.
Adicionalmente, las autoridades han enfatizado la importancia de ofrecer a estos ciudadanos el respaldo necesario para una reintegración exitosa. Esto incluye asistencia médica, psicológica y social, así como oportunidades para reinsertarse en la vida productiva del país. No obstante, el desafío de la adaptación es grande, y el gobierno busca asegurar que cada persona tenga los recursos para enfrentar esta nueva etapa. Finalmente, el vuelo 56 simboliza más que un simple regreso; representa el compromiso del estado de Venezuela con sus ciudadanos, sin importar las circunstancias, ofreciéndoles una segunda oportunidad en su propio hogar.