Argentina está experimentando una crisis de endeudamiento familiar de proporciones alarmantes, donde el 90% de la población se encuentra endeudada, y el 76% de esas deudas están en mora, lo que indica que no se están pagando a tiempo.
Este problema, lejos de ser pasajero, se ha vuelto estructural, impactando la vida diaria de millones de hogares. Un estudio del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE) en las 24 jurisdicciones del país reveló que el 91% de los hogares tienen deudas, y de estos, casi 7 de cada 10 tienen entre 2 o 3 deudas simultáneas.
Según el último relevamiento nacional, el 56% de los hogares argentinos dedica entre el 40% y más del 60% de sus ingresos mensuales al pago de deudas, donde la mayoría de esos compromisos financieros son recientes, ya que el 73% de las deudas activas se contrajeron en 2024, durante el primer año de gestión de Javier Milei.
El aumento del endeudamiento se atribuye principalmente a la necesidad de cubrir gastos básicos como alimentos, en un escenario de inflación constante y disminución del poder adquisitivo.
Situación crítica
Para los expertos las deudas en Argentina reflejan una situación crítica, donde las tarjetas de crédito son la principal fuente de endeudamiento con 30,5%, seguidas por pagos de servicios privados, compras fiadas, impuestos, alquileres y préstamos bancarios. Un dato preocupante es que el 34% de las deudas bancarias corresponde a la refinanciación de tarjetas, lo que refleja un ciclo de endeudamiento para cubrir obligaciones previas.
La morosidad está teniendo un impacto cada vez mayor. El porcentaje de hogares con deudas en instancia judicial aumentó 6 puntos en el último año y, el 15% de los endeudados ya enfrenta embargos de sueldos o bloqueos de cuentas bancarias. Este deterioro en la capacidad de pago agrava la emergencia financiera doméstica y reduce drásticamente el margen de maniobra de las familias.
Además, los expertos consideran que el panorama económico para las familias argentinas es desalentador, ya que más de la mitad de los hogares no anticipa una mejora a corto plazo en su situación financiara. El 52% cree poder sanear sus finanzas en 2025; mientras que, el 24% lo ve difícil y un 18% lo pospone hasta 2026 o más allá.
El informe, además, refleja que la incertidumbre económica y el desgaste emocional son constantes, y el endeudamiento dejó de ser una solución puntual para convertirse en una característica permanente de la vida familiar en Argentina.