A tan solo meses de los próximos comicios en EE.UU., el fiscal especial Jack Smith presentó una nueva acusación contra Donald Trump relacionada con el caso de interferencia electoral, enfocándose en sus presuntos intentos de revertir su derrota en las elecciones presidenciales de 2020.
Cabe destacar que presentaron esta nueva acusación tres días antes de la fecha límite para que los fiscales y abogados defensores le informaran a la jueza del caso cómo querían proceder tras la decisión sobre la inmunidad presidencial emitida por la Corte Suprema.
Según detalla la prensa estadounidense, esta nueva acusación de los demócratas mantiene los mismos 4 delitos contra Trump que la anterior, pero toma en consideración un reciente fallo de la Corte Suprema que otorga a un expresidente amplia inmunidad frente a un proceso penal.
Por otra parte, la imputación reformulada, de 36 páginas, en lugar de las 45 anteriores, eliminó las partes que se verían potencialmente afectadas por la sentencia sobre la inmunidad presidencial del máximo tribunal.
En este sentido, el exfiscal federal Ankush Khardori declaró que «Este caso está en juego en las elecciones, porque si Trump gana, desaparecerá. Si Trump pierde contra Harris, este caso va a llegar a algún tipo de conclusión». Igualmente, varios académicos renombrados criticaron la decisión por ser contraria al espíritu de los fundadores del país, ya que parecía otorgar importantes poderes sin control a la presidencia.
Como era de esperarse, esta nueva acusación, el candidato republicano la calificó como un «acto de desesperación» y un “intento de resucitar una cacería de brujas ‘muerta’”.