Sin lugar a dudas, la elección presidencial del 28 de julio dará como resultado la victoria del Presidente Nicolás Maduro y de las fuerzas populares que participan en esta contienda histórica, que tiene como objetivo vencer los obstáculos que el imperio y sus lacayos le imponen a la República, para decirlo con las palabras del Jefe de Estado: “Juntos superaremos la guerra económica y derrotaremos las sanciones, con soluciones geniales, por la recuperación y la prosperidad de Venezuela”.
Todo el pueblo venezolano interviene en los eventos electorales, van 31 en veinticinco años, si contamos el que viene, es decir, en nuestro país las controversias políticas se dirimen mediante el sufragio universal, la sólida conciencia democrática se hace sentir, y ha derrotado a quienes intentan que nos lancemos por el barranco de la violencia y la guerra.
La estabilidad política que hoy tiene Venezuela es el resultado de la derrota que sufrió el plan de Trump y sus amigotes de la ultraderecha. Y hay que decirlo a los cuatro vientos, esos apátridas vienen de derrota en derrota, y quien acumula tantas derrotas no puede aspirar a ganar una elección, fueron derrotados en la guarimba del 17, en el intento de invasión por Cúcuta en febrero del 19, en el sabotaje eléctrico, en el intento de golpe del 30 de abril –el de los plátanos verdes-, en la operación mercenaria de mayo del 20, en las elecciones legislativas de ese mismo año, cuando el pueblo rescató su Asamblea Nacional, y en las regionales y municipales del 21.
Nuestras UBCH, nuestras estructuras de comunidad y de calles, tienen todo el derecho y la moral para convocar a todos a votar por el Apóstol de la Paz: Nicolás Maduro.
ROY DAZA
PSUV.