La prensa deportiva amaneció este viernes consternada por la sanción que recibió el jugador argentino, Alejandro, el «Papu» Gómez, quien quedó sancionado con 2 años sin jugar por dar positivo en un control previo al Mundial de Qatar.
Las declaraciones del extremo izquierdo es que tomó un jarabe de sus hijos sin consultar a los médicos, por lo que en la prueba de antidoping dio positivo, cuando el Papu todavía pertenecía al Sevilla. Según su defensa, el jarabe tenía una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje. También agregó que, tanto el jugador como la institución, estaban notificados de la situación hace meses, pero que la sanción recién llegó esta semana.
Ante la preocupación de si esta sanción al jugador afecta a la consagración de la Selección Argentina, pueden estar tranquilos, nadie le quitará la gloria a la albiceleste.
Según el Código Mundial Antidopaje, ni la Selección Argentina ni Sevilla (campeón de la Europa League en 2022/23) corren el riesgo de perder el título por haber tenido en sus planteles a un jugador que dio positivo.
Este castigo para el ahora jugador del Monza será de 2 años, una sanción que lo retiraría por completo de la canchas ya que el ‘Papu’ tiene 35 años y quien había regresado a la Serie A para dar sus últimas actuaciones.