El Papa Francisco lavó y besó los pies a 12 presos detenidos en una cárcel de menores en Roma. Con esta tradición, cumplió con los ritos del Jueves Santo.
Conforme a la tradición cristiana, el sumo pontífice representó el gesto de humildad que tuvo Cristo con sus apóstoles antes de ser arrestado, condenado a muerte y crucificado un viernes en Jerusalén.
Francisco acudió este jueves por la tarde a la prisión de Casal del Marmo, en el norte de la capital italiana. En este lugar, realizó este mismo acto en el año 2013, tras su elección al trono de Pedro.
Apoyado en un bastón, el Papa apareció sonriente y se paró frente a cada uno de los 12 jóvenes detenidos -entre ellos dos chicas- para lavarles los pies. De hecho, se agachó para besarlos.
El Papa Francisco ha lavado los pies a 12 reclusos de distintas nacionalidades, etnias, culturas, lenguas y confesiones religiosas. @Pontifex_es pic.twitter.com/Jzd4FR4WFn
— Pildorasdefe (@Pildorasdefe) April 6, 2023
Algunos de ellos le devolvieron el gesto con un beso en la mano, otros intercambiaron algunas palabras con él.
Entre los jóvenes había un musulmán, además de católicos de varias partes del mundo, según precisó el Vaticano, que transmitió la ceremonia por primera vez en directo.