El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, durante un recorrido por Hatay, una de las provincias afectadas por el terremoto 7,8 que azoto a Türkiye y Siria a principios de febrero, anunció que algunas ciudades destruidas deberán moverse de las llanuras a las colinas para evitar riesgos de futuros terremotos.
“Donde sea posible, queremos trasladar nuestros asentamientos de las llanuras a los montes para mantenernos alejados de desastres provocados por la licuefacción de suelos”, detalló Erdogan.
Por su parte, el ministro de Urbanismo, Murat Kurum, también dijo a la prensa que los núcleos de población deberían reconstruirse solo en suelos sólidos y lejos de la falla geológica que ha funcionado como epicentro de los terremotos.
Asimismo, Murat señaló que no se permitirá construir edificios de más de 4 pisos, más planta baja, “los dueños de terrenos que quieren edificar por su cuenta deben seguir los planes de los expertos”.
Según los expertos, los suelos de aluvión y sedimentos transmiten las ondas sísmicas mejor que las formaciones rocosas; por lo que la destrucción de barrios o pueblos en este tipo de terrenos ha sido mucho mayor de la observada en las colinas.
Construcción de edificios
Del mismo modo, el mandatario aseguró que a partir de marzo comenzará la construcción de unos 200 mil edificios nuevos, en las 11 provincias afectadas.
“Las provincias de Hatay, Kahramanmaras y Malatya, con más de 40 mil edificios cada una, serán las de más actividad de reconstrucción; seguidas de Adiyaman, con 25 mil edificios planificados”, detalló Erdogan.
Cifras
Por otra parte, el mandatario turco indicó que los movimientos telúricos dejaron ciudades destruidas y más de 40 mil fallecidos en Siria y Türkiye. Sin embargo, 114.834 ciudadanos fueron rescatados de entre los escombros.
Cabe destacar, que el pasado lunes, 2 sismos de magnitud 6,4 y 5,8 sacudieron nuevamente a Türkiye y Siria. Según las autoridades, uno de ellos ocurrió a una profundidad de 16,7 kilómetros en el distrito de Defne.
Al menos 213 heridos y 3 fallecidos hubo en Hatay. El vicepresidente turco, Fuat Oktay, advirtió a la población que no entre en los edificios para evitar quedar tapiados si se terminan de derrumbar.