Durante los últimos días, los ojos del mundo han estado puestos en Afganistán. Y es que como se sabe, tras casi 20 años de invasión estadounidense, que desató un conflicto interno en el país centroasiático, este cayó en manos del avance Talibán; tras la veloz ofensiva desatada desde inicios de mayo.
El expresidente afgano Ashraf Ghani, respaldado por occidente, fue depuesto y abandonó el país, pese a que no hizo ninguna renuncia formal. Se retiró con unos 160 millones de dólares en efectivo en sus bolsillos. De hecho, el Gobierno de Emiratos Árabes Unidos (EAU) confirmó este miércoles que recibió a Ghani en su territorio «por consideraciones humanitarias». De esta manera, aunque el futuro del gobierno de Afganistán es incierto, se sabe que puede quedar a la suerte de una nueva cabeza: se trata de Mullah Abdul Ghani Baradar, quien volvió este martes a la provincia de Kandahar donde hace casi tres décadas nació el movimiento talibán.
#ÚLTIMAHORA | EEUU reitera que Ghani "ya no es una persona importante en Afganistán" pic.twitter.com/4gKALpmjXT
— REDRADIOVE (@RedRadioVe) August 18, 2021
Ghani Baradar
Mullah Abdul Ghani Baradar nació en la provincia de Uruzgán en 1968, unos 600 kilómetros al sudoeste de la capital Kabul. Es cofundador del movimiento talibán en 1994. Es el jefe político y la cara más pública del grupo. Su rostro recorrió el mundo en un video publicado en las redes sociales en el cual el líder celebraba la victoria de los insurgentes en la toma de la capital afgana de Kabul.
«Hemos alcanzado una victoria que no se esperaba (…) debemos mostrar humildad ante Alá», dijo entonces en su corto discurso.
En 2010, con ayuda de la CIA, que localizó en Karachi a Mullah Baradar es arrestado en la ciudad de Karachi, en el sur de Pakistán, por agentes pertenecientes a Interservice Intelligence, la poderosa agencia de espionaje de Pakistán que pretendió ganar puntos con Washington a través de esta acción, cuando fue fotografiado y exhibido encadenado.
Lo curioso del caso es que tras la detención de Baradar en Pakistán en 2010, Estados Unidos presionó para su liberación en 2018.
Yes. Mullah Abdul Ghani Barada was one of the 4 people who founded Taliban. He was released from the Pakistan's prison in 2018. And in 2020 Trump met with him and signed the deal. Now he is the leader of Taliban and announced himself the new president of Afghanistan.
— Refugee Lives Matter?️?️?️ (@SaveRefugeesNow) August 16, 2021
¿Qué tiene que ver Estados Unidos?
La administración estadounidense de Donald Trump pidió entonces a Pakistán que liberara a Baradar porque supuestamente tenía fama de «ser más abierto y más propenso a defender soluciones de paz”. De hecho, Baradar fue liberado ese mismo año y hasta se reunió con varios dignatarios extranjeros clave en un intento por asegurar el reconocimiento mundial, incluyendo a EE.UU.
Los diálogos en Doha aumentaron el peso diplomático de los talibanes, y convirtieron al mulá Baradar en una de las caras más conocidas del acuerdo del 29 de febrero de 2020, cuando el gobierno de Estados Unidos, presidido por Donald Trump, y los talibanes firmaron en Doha, Qatar, la retirada definitiva de Estados Unidos y sus aliados tras casi 20 años de conflicto.
En septiembre de 2020, el talibán se reunió con el entonces secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo.
I was proud to visit Doha at this truly historic time for the Afghan people. Grateful to the government of Qatar for their support for these critical negotiations as we strive towards a lasting peace for the people of Afghanistan. pic.twitter.com/0gi0R30pMi
— Secretary Pompeo (@SecPompeo) September 13, 2020
Antecedentes
Los antecedentes de Mullah Baradar generan dudas. El comandante militar, ha peleado batallas con estrictas convicciones religiosas sobre cómo debería ser gobernado el mundo, según sus creencias.
De acuerdo a su pasado registrado, luchó con los muyahidines, financiados por Estados Unidos para llevar adelante una rebelión contra las fuerzas rusas. Durante la guerra de 1979 a 1989 para expulsar a las fuerzas soviéticas de Afganistán, se atrajo a miles de combatientes islamistas de todo el mundo y consolidó las relaciones personales entre yihadistas afganos y extranjeros. Después de que los rusos fueran expulsados, con apoyo de Estados Unidos en 1989, el país cayó en una guerra civil.
Algo similar pasó en 1996 cuando los talibanes ocuparon de forma sorpresiva las cabeceras provinciales.
El acuerdo entre Estados Unidos y los talibanes de no pelear entre sí iría seguido de conversaciones para compartir el poder entre los talibanes y el gobierno de Kabul de Ashraf Ghani. Sin embargo, ahora parece ahora todo parece poco claro. El mismo con el que EE.UU. negoció, ahora, se hace del poder. Pero eso no es todo, Trump, quien fue el artífice del acuerdo, pide que el actual presidente norteamericano, Joe Biden, renuncie ante el jaque de la jugada geopolítica en el que Estados Unidos se denota amenazado.
