Este domingo México votó en elecciones intermedias en donde el partido de Andrés Manuel López Obrador salió con un buen balance.
Si bien no consiguió la meta de la mayoría absoluta, su partido MORENA y los que completan la coalición siguen siendo la mayoría en el congreso.
El Movimiento de Regeneración Nacional retrocedió en la cuenta de escaños propios en el parlamento. Pasaron de tener 253 a 203, pero Obrador sigue reteniendo la mayoría con 292 escaños juntando los asientos del Partido del Trabajo y el Verde Ecologista.
En total la coalición perdió 19 curules en el congreso, un revés no tan dramático a pesar del desgaste natural que produce el ejercicio del gobierno y la campaña tenaz de propaganda sucia de los medios de comunicación locales, aunado a la alianza inédita entre la derecha PRI-PAN con el “izquierdista” PRD.
Pero a pesar de estos primeros números, AMLO no descarta que el panorama cambie a su favor una vez que se terminen de contar los votos que faltan. Si esto se produce, podrá seguir contando con una segunda mitad de gobierno con el camino despejado para hacer reformas.
Sobre la jornada habría dicho que “no se vea como triunfalismo, estoy contento porque entre todos los mexicanos pasamos esta prueba electoral porque queremos vivir en libertad, en democracia y sin violencia”.
Buenos resultados en los estados
En el plano de las gobernaciones, MORENA ganó 9 de los 15 estados en disputa. Este resultado viene a completar un cuadro de más de la mitad de las gobernaciones administradas por aliados al presidente.
A los gobiernos de Ciudad de México, Chiapas, Morelos, Puebla, Tabasco y Veracruz, ahora se añaden a la cuenta de las fuerzas de izquierda las entidades de Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Tlaxcala, Sonora y Zacatecas.
En donde sí perdió mucho terreno el morenismo en estas intermedias fue en la capital. De las 16 alcaldías en disputa, apenas ganó 6 y en el parlamento regional perdió 5 escaños, pasando de tener 19 curules a 14 ahora.
Obrador analizó que mucho de este revés tiene que ver que es en Ciudad de México en donde se concentra la mayor severidad de la guerra de propaganda en contra de las fuerzas progresistas.