Aunque Donald Trump se ha mostrado más abierto a entregar la presidencia de su país, el caos político en los EE.UU., está lejos de haberse disipado. Probablemente, en vista de la amenaza que representa el liderazgo del polémico magnate, el dueño de la popular rede social Facebook, Mark Zuckerberg, resolvió silenciarlo. Inicialmente, Trump iba a estar censurado hasta que hubiera salido definitivamente de la Casa Blanca. No obstante, el veto se levantó pasadas algunas horas (en Twitter).
Este hecho no pasaría de ser un acontecimiento anecdótico, de no ser porque se trata del presidente (saliente) de los Estados Unidos. Seguramente, esta sea la primera vez que al hombre que detenta el máximo poderío de Washington resulta censurado en alguna plataforma comunicacional, aún estando en funciones. Para mayor ironía este block out, contra la cabeza del poder ejecutivo, se da en la tierra campeona de las libertades democráticas, ergo la libertad de expresión.
Cavernario y popular
Para nada estamos defendiendo a Trump, un sujeto irresponsable con ideas cavernarias. Pero todo esto resulta doblemente simbólico; o más bien un quiebre doble de símbolos: de un lado la mejor democracia del mundo hace aguas, a manos de turbas enardecidas, con un presidente derrotado electoralmente, que se niega a entregar. Y por otro tiran por la borda la prédica libre expresionista y le ponen silenciador al Ejecutivo norteamericano, quien por cierto, a pesar de estar censurado, congrega a 88.7 millones de seguidores en la red de los trinos. No son 4 gatos.
Además Zuckerberg, quien ahora se da golpes de pecho, en el pasado reciente fue clave para el triunfo electoral de Trump, con el escándalo de Cambridge Analytica. Como se aborda en el documental El dilema de las redes sociales, estas plataformas con el filtrado de algoritmos pueden no solo predecir conductas, sino modelarlas, casi a placer. Bien sea comercialmente o electoralmente. Algo que Trump aprovechó de forma muy activa. Otro síntoma más que evidente de la decadencia de un sistema y un liderazgo mundial.
Este hecho generó reacciones adversas entre comunicadoras venezolanas. La destacada periodista de Telesur, Madelein García, cuestionó la doble moral de Zuckerberg.
Leyendo esta info me pregunto por qué Facebook e Istagram no bloquearon las cuentas que incitaron la violencia en #Venezuela, #Nicaragua, #Bolivia, #Siria y pare de contar. Cuentas de Trump, Pence y todo aquel que quiso desestabilizar https://t.co/4HhDqXVdLT
— Madelein Garcia (@madeleintlSUR) January 7, 2021
Otro tanto hizo la joven influencer, Orlenys García.
¡Cuidado!
Una cosa es regular las redes sociales para combatir la impunidad en la comisión de delitos que se ejecutan a través de ellas, y otra muy distinta y PELIGROSA es que una multinacional se atribuya el "deber" y ostente el poder de suprimir voces políticas a convenir. https://t.co/Cpsbi3Wy7T
— ✽ Orlenys ?? (@OrlenysOV) January 7, 2021
