El presidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden, estaría dispuesto a revisar la política de sanciones aplicada por su antecesor en el cargo, Donald Trump. De acuerdo con informaciones que circulan en la prensa nacional e internacional, esta nueva orientación de la política exterior norteamericana incluiría naciones como Venezuela, China, Rusia e Irán, entre otras.
Biden y su equipo consideran que las sanciones fueron adoptadas de forma unilateral, lo que les resta eficacia. Asimismo, sostiene que estas iniciativas se han tomado de manera desordenada y perjudicial para los intereses económicos de EE.UU.
Más coordinación
En tal sentido, se conoció que Adewale Adeyemo, acaba de ser nombrado por Biden, como el número dos de la Secretaria del Tesoro, Janet Yellen. El trabajo de este funcionario incluirá la coordinación entre el Departamento del Tesoro y la Agencia de Seguridad Nacional. Con ello se busca establecer una política de sanciones más ordenada. Esto afectará la batería de medidas impuestas a Venezuela, durante en los últimos cuatro años. Sin embargo, para nada quiere decir que esté prevista una tregua con los gobiernos considerados enemigos.
Las mal llamadas sanciones estadounidenses han tenido un impacto terrible en la economía venezolana. En los últimos años han provocado una merma neta del ingreso en divisas de alrededor de 99%. Semejante descalabro en la disponibilidad de recursos ha tenido consecuencias negativas en la calidad de vida de la población venezolana.
Desde su llegada al poder, Trump se obsesionó contra Venezuela pensando que con un poco de «presión» el país se rendiría fácilmente. Sin embargo, el inquilino de la Casa Blanca, al igual que Juan Guaidó, también tiene su fecha de caducidad política establecida. Ambos no pasarán de enero de 2021. Ellos se marchan, pero el pueblo y la revolución venezolana continúan.
Al parecer, Biden se ha dado cuenta de que perseverar en ese tortuoso camino de las sanciones, empantanaría aún más a su país, así como su incipiente gestión. Por su parte, el presidente constitucional y legítimo de Venezuela, Nicolás Maduro, ha reiterado su disposición de reunirse con altos personeros de la política norteamericana, pero siempre en un marco de estricto respeto mutuo.
Nada justifica las sanciones y los graves perjuicios que ellas provocan. Eso sí es un verdadero crimen de lesa humanidad.
