El pitazo final más triste del mundo: Murió Maradona

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Aunque parezca sencillo de escribir, la noticia es increíble: Murió Maradona. A esta hora son 2 palabras sencillas que resumen un largo minuto de sorpresa.

La información recorrió el mundo con el mismo paso desbocado con que marcó el mejor gol de la historia; pero esta vez para enterarnos de un desenlace para el que parecen inmunes las grandes leyendas.

El ex astro del fútbol había afrontado recientemente una operación de la que si bien salió airoso: un hematoma subdural causado por una caída, por lo que los médicos prefirieron tenerle varios días más en observación.

De acuerdo a los medios argentinos, El Diego prefirió completar la recuperación en una residencia que alquiló para ello, por lo que los médicos pidieron la firma de un documento en donde se les excluía de cualquier responsabilidad sobre la evolución de su estado de salud.

La causa de la muerte fue un infarto fulminante, por lo que no aguantó la maniobras de reanimación del primer médico que llegó a su residencia.

Duelo nacional

Ante la magnitud de la noticia, el presidente argentino Alberto Fernández declaró 3 días de duelo nacional. Periodistas del país empiezan a especular que su funeral pudiera llevarse en la sede del Congreso o en la sede de la presidencia, en La Casa Rosada.

Sin embargo el mandatario habría dicho también que esto solo lo decidiría su familia, a quien corresponde determinar cómo llevar esta ceremonia de despedida.

La reseñas inmediatas de la prensa destacan que Maradona murió acompañado de empleados que le cuidaban y apenas la compañía de un sobrino como única familia al momento de morir.

Dos comandantes el mismo día

Las reacciones en las redes son una caravana de pesares, y las más destacadas hacen notar la coincidencia de que El Diego se va en la misma fecha en que murió Fidel Castro hace 4 años, con lo que el horizonte se decora con la memoria de “dos comandantes”.

Ya se convocan concentraciones en el obelisco de Buenos Aires para homenajear a Maradona, a quien comparan con un enviado del cielo que regó de gloria el suelo argentino.

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