En las historias de agentes secretos o espías, los protagonistas tienen la misión de anticipar el peligro con la vocación profesional de la discreción. No tienen otro poder extraordinario que parecer gente común, porque el trabajo de la inteligencia es un oficio que no se presume.
Bajo este código ejemplar operaban los 5 héroes cubanos hasta que fueron arrestados en los EE.UU. un 12 de septiembre de 2001, un día después que las Torres Gemelas de Nueva York se desbarataron en un acto lamentable que se trasmitió en directo.
Increíblemente el país que empezaba a presumir la lucha contra el terrorismo, les detuvo porque trabajaban para evitar justamente el terrorismo que se planificaba desde EE.UU. contra Cuba.
Estos 5 hombres que trabajaron al amparo de la discreción para salvar a su país son Gerardo Hernández, Ramón Labañino; Antonio Guerrero, Fernando González y René González.
Presos por una causa justa
Para los estadounidenses, la osadía de su trabajo antiterrorista era una conspiración que desbarataba justamente la política sucia de Washington de atacar a Cuba por todos los medios posibles.
Todos pagaron con cárcel la misión heroica de conocer los planes de los terroristas para informar a La Habana. Por salvar vidas pasaron 17 años en prisión; y podría asegurarse que por sobre todas esas insolencias, los 5 héroes cubanos fueron detenidos porque consiguieron burlar durante años la parafernalia de la inteligencia estadounidense; esa que la propaganda de sus películas increíbles nos han enseñado que es “la más potente del mundo”.
Resistencia heroica
Pero el heroísmo de los 5 cubanos que la disidencia en La Florida ha querido deslucir enrostrándoles su trabajo de espías; alcanzó ribetes épicos con la resistencia de 17 años en la cárcel que no consiguieron nunca que se arrepintieran de la justicia de su causa.
Ni siquiera la amenaza de llevar para siempre un overol naranja, o la promesa de un sueño americano, mellaron la determinación patriótica de estos 5 hombres; a los que si bien se les terminó el trabajo de agentes encubiertos una vez se revelaron sus nombres, empezaron inmediatamente el oficio resistente de no dejarse corromper.
Aunque parezca que su trabajo terminó mal porque los descubrieron, podemos decir que pasó al revés. Que la detención de ellos por la misión de su trabajo, descubrió a los EE.UU como el gran patrocinador del terrorismo justo un día después que empezaba a vestirse como el presunto verdugo de los terroristas en el mundo.