Mientras más pasa el tiempo desde la muerte de Maradona, las dudas sobre su deceso no se disipan.
La partida física increíble de un ídolo envuelto en un halo de inmortalidad se ha tornado ahora más en la historia de un crimen.
La hija menor de Diego, Gianinna Maradona, es de las que asegura que su padre no murió, sino que lo mataron.
Para pedir justicia y castigo para quienes cometieron el holocausto de “matar a Dios”, Giannina sacude las redes con la convocatoria a una concentración en el famoso Obelisco de Buenos Aires.
La manifestación sería, obviamente, el 10 de marzo a las 6 de la tarde, una jornada que exclama: “JUSTICIA X DIEGO. No murió, lo mataron”.
La hija de Maradona suscribe la teoría y la protesta con un inequívoco mensaje en twitter en el que aúpa a los seguidores del “Barrilete cósmico” con un sencillo texto que dice: “Por favor. Nos vemos todos ahí”.
El Diego falleció el pasado 25 de noviembre de 2020 a los 60 años de edad. Su deceso se habría producido por una descompensación mientras se recuperaba de una operación de un edema subdural producto de un fuerte golpe en la cabeza.
Las versiones recientes de la investigación sobre su muerte han revelado una supuesta “impericia o negligencia médica” que le costó la vida.
En términos legales, los implicados en no cuidar debidamente al exfutbolista estarían expuestos a los cargos de “posible homicidio culposo”.
El neurocirujano y médico personal de Maradona están siendo investigados como sospechosos. Adicionalmente están ensombrecidos por la sospecha los abogados Víctor Stinfale y Matías Morla.