La administración de Washington, a través del Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió declaraciones acerca del proceso de elecciones; al expresar señalamientos contra la transparencia y confiabilidad del sistema comicial de la nación suramericana, así como su desempeño el domingo 21 de noviembre.
En ese sentido, la nueva arremetida de Washington, esta vez, contra las megaelecciones, se produce mientras los equipos internacionales de veeduría siguen en el cumplimiento de sus observaciones al proceso posterior al ejercicio del sufragio.
Por tal motivo, en un comunicado oficial, el vocero del Departamento de Estado, Anthony Blinken, expuso acusaciones contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Allí, lo acusa de haber impedido, supuestamente, a los venezolanos “una vez más de su derecho a participar en un proceso electoral libre y justo; durante las elecciones regionales y locales del 21 de noviembre”.
Sin embargo, en Venezuela se vivió un proceso pacífico, desde las 6 de la mañana del día domingo hasta entrada la noche, sin incidencias que impidieran cumplir con el cronograma y con la participación de unos 70 mil candidatos. De ellos, más de 67 mil eran de partidos opositores.
¿Más conspiración?
Además, el documento emitido por el secretario del Departamento de Estado de la administración Biden, Anthony Blinken; reitera el desconocimiento de la Casa Blanca a la legitimidad del jefe de Estado Nicolás Maduro Moros. Asimismo, afirma que “apoyamos los esfuerzos de la oposición democrática venezolana y del presidente interino Juan Guaidó“.
“Continuaremos trabajando con socios venezolanos e internacionales utilizando todas las herramientas diplomáticas y económicas disponibles; para presionar por la liberación de todos los detenidos injustamente por razones políticas”, señala el comunicado.
Esas afirmaciones recibieron el rechazo enérgico del Gobierno Bolivariano, por lo que la cancillería nacional expresó que se trata de un intento fracasado por desacreditar las elecciones del 21 de noviembre. Añadió el despacho de Relaciones Exteriores que la acción forma parte de la práctica sistemática de la Casa Blanca al desconocer procesos democráticos en países soberanos.
“Es el colmo del cinismo que un país donde existe una democracia indirecta, con elecciones de segundo grado y que ha declarado una guerra económica brutal contra Venezuela, que somete al pueblo venezolano a un bloqueo generalizado y que apoya a un grupo de criminales que actualmente expolian los activos de la nación, pretenda tener la moral para cuestionar las elecciones alegando falta de libertades u otro tipo de condiciones”, reza el pronunciamiento venezolano.
Por su parte, en nombre del Gobierno Bolivariano, el vicepresidente sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo, Freddy Ñáñez; fijó posición a través de su cuenta en la red social Twitter. Así se refirió a la “poca moral” de Washington para intentar dar clases de democracia y elecciones.