Después de que Henrique Capriles Radonski anunciara su decisión de acudir a las elecciones parlamentarias, cayó un verdadero aluvión de comentarios en redes sociales. Entre críticas y respaldos se debatieron los internautas, entre ellos el analista Luis Vicente León, quien alabó la ruta electoral.
Para León asistir en los venideros comicios es una oportunidad para expresar la opción política que se plantean al país y que las mayorías decida.
En una serie de mensajes en la red social Twitter el presidente de Datanálisis interpretó como positiva la medida democrática.
“Puedes o no estar de acuerdo con Capriles, pero quienes creen que la estrategia adoptada estos 20 meses no ha funcionado y rechazan jugar la ere paralizada como respuesta, tienen el mismo derecho a intentar una acción de cambio. La falta de unidad es asunto de ambos no de uno solo”.
Entre divisiones e incoherencias
Del mismo modo, León interpretó que la participación electoral es el camino necesario y sobre todo cuando hay tantas divisiones y no existe un liderazgo.
“La división opositora ya no es entre partidos sino entre quienes creen qué hay que jugar en todos los tableros y quienes piensan que solo se debe congelar el juego o esperar los Marines. En cada grupo hay gente de todos los partidos, los cuales pierden su capacidad de integrar”.
El analista interpretó que no se puede apostar solo a cruzarse de brazos mientras otros resuelven ni muchos menos aspirar a sabotear un proceso impostergable.
“Insisto en que votar o no votar en esta elección sesgada, sin unidad ni estrategia para defender los derechos ciudadanos es un dilema falso que conduce al mismo vacío. Pero la acción de votar es activa y puede pescar algo inesperado. La abstención pasiva solo pesca un resfriado”.
No a la intervención
Luis Vicente León coincide con más de 90% de los venezolanos, según las últimas encuestas, que rechazan la posibilidad de una intervención militar.
La enorme mayoría piensa en que Estados Unidos moviliza tropas para invadir Venezuela sería perjudicial para todos los sectores y la totalidad del país.
“Plantear que la única solución al problema es una intervención extranjera, además de menospreciar la responsabilidad de trabajo y lucha interna, concluye que el problema es irresoluble, cuando el actor que podría intervenir dice que es un planteamiento surrealista”.
Puntualizó, además que no se trata de debatir entre quienes acusan de ser más sabio que otros, porque sería un análisis “simplista” y se necesitan una solución profunda.