Uribismo involucrado en el desfalco a Monómeros

A medida que pasa el tiempo cada vez salen a relucir más pruebas del desfalco cometido en Monómeros por parte de Iván Duque y el exdiputado Juan Guaidó. Sin embargo, ahora sale a relucir un nuevo nombre en esta trama y se trata de Camilo Uribe, hermano del expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez.

De acuerdo, a una auditoría entregada en abril de este año y pedida por la junta que ya está de salida se conoció sobre unos pagos irregulares por altas sumas de dinero a empresas vinculadas al hermano de Álvaro Uribe.

Los pagos ascienden a más de 170 mil dólares, los cuales se entregaron a Camilo Uribe y a sus socios; sin ningún soporte, sin cumplir filtros de control.

La empresa que recibió esos pagos se llama Dorr Asset Management, SZEC, tiene domicilio en las islas Caimán y presta servicios de asesoría financiera.

Estos pagos se aprobaron sin pasar por los filtros de los comités respectivos, la orden de pago se dio contraviniendo todos los controles que exige el reglamento interno; y no se les exigió a los proveedores presentar una propuesta comercial que dijera cuál era el objeto y el alcance del servicio contratado.

Asimismo, no hubo pólizas de garantías para los anticipos que se dieron y tampoco se obtuvo el registro de constitución; ni el registro comercial de Dorr Asset Management SEZC, el cual es indispensables para establecer la legalidad de la empresa con la que se está contratando.

Aunque lo más grave que revelaron las auditorías es que no hubo contrato, como lo estipula el reglamento de la compañía.

De acuerdo al reglamento los pagos por servicios mayores de 100 mil dólares deben hacerse por contrato.

De los cinco contratos auditados que suman $2.040.792.840, solo uno cumplió con los requisitos; y quedó claro que quien los había patinado era William Otero, quien para ese momento era gerente financiero de Monómeros.

Otro punto a destacar, es que los pagos al hermano de Uribe coincidieron con una visita que Leopoldo López le hizo al exmandatario en su finca; donde también estuvo acompañada de Carmen Elisa Hernández, presidenta de Monómeros.

 

 


 

Ana Perdigón: