Con la promesa de iniciar una nueva etapa política y social en la República de Colombia, por parte de los sectores que se postularon a la presidencia de la República y se disputaron la primera magistratura en segunda vuelta; culminó el proceso de votación del domingo 19 de junio.
Alrededor de las 4 de la tarde, la Registraduría de la nación neogranadina anunció el inicio del cierre de mesas electorales para abrir paso al proceso de escrutinios, con el objetivo de definir a quién le corresponderá tomar las riendas del país para los próximos 4 años.
De esta forma, colombianos y colombianas cumplieron con una jornada que, desde la primera vuelta, estuvo signado por las denuncias en torno a hechos irregulares. Por ello, se generó una atmósfera de acusaciones mutuas entre los sectores que respaldaron la opción de la extrema derecha como aquellos que apoyaron al pacto histórico.
Para algunos analistas, el hecho de que la segunda vuelta se haya definido entre el exguerrillero Gustavo Petro y el empresario Rodolfo Hernández, ya implica un giro en la política de ese país, ya que excluyó de plano a los sectores más representativos del uribismo y la extrema derecha tradicional.
El futuro de Colombia
Pero, el candidato derechista, Rodolfo Hernández, a quien se le sumó el apoyo político de Federico Gutiérrez; representante del uribismo que llegó tercero en la primera vuelta, también hizo promesas en el mismo sentido. “Ha llegado el momento de escribir una nueva historia para Colombia, una donde todos seamos protagonistas”, escribió durante los comicios.
Entre los detalles que marcaron la participación de Hernández en la segunda vuelta en Colombia, estuvieron las críticas; por la impuntualidad del candidato a la hora de ejercer su derecho al voto. Así como la actitud que demostró el equipo de campaña hacia los medios de comunicación.
Por su parte, el aspirante que recibió el apoyo de la izquierda, Gustavo Petro, también emitió algunas declaraciones durante el acto de votación y señaló que “hoy tenemos indudablemente que derrotar cualquier intento de fraude con una votación masiva”.