Saldo positivo de la lucha contra la corrupción

Los últimos acontecimientos, en los que el presidente Nicolás Maduro ha asumido la dura tarea de reconocer y afrontar las contradicciones y desviaciones dentro las filas del gobierno, dejan al menos 2 elementos como saldo positivo: 

  1. Se abre el debate nacional sobre el papel del Estado y sus instituciones en la lucha contra la corrupción.
  1. Se expone la necesidad de que los movimientos y partidos políticos tomen cartas sobre el asunto.

Temas que resultan cruciales de cara a un proceso electoral. Sobre todo con el historial de omisiones e impunidad durante los 40 años de punto fijismo y la locura del mal llamado “interinato”. Convirtiendo esta coyuntura en una importante ruta de avance para el chavismo, en medio de una fuerte tormenta. 

No es poca cosa

En la víspera de las elecciones presidenciales, Nicolás Maduro lidera la cuarta investigación anticorrupción, solo en la industria petrolera nacional. Eso sin contar otros procedimientos en distintas instituciones e instancias gubernamentales.   

Sobre este contexto adverso, el chavismo obligó a la oposición venezolana a entrar en el debate público sobre la corrupción. Un tema que persigue y compromete a todos los nuevos operadores de la derecha, del que han estado huyendo desde el desvió de fondos de PDVSA para la creación del partido Primero Justicia.  

La nueva embestida del gobierno Bolivariano contra la corrupción tiene un saldo positivo.

No solo ha servido para señalar los culpables de una trama y recomponer la fuerza interna, sino que ha despertado la sed de justicia de un pueblo contra quienes e inventaron un país, un Presidente y unas instituciones para enriquecerse en nombre de la libertad. 

Esto deja en evidencia que el chavismo, como movimiento, sabe de resistencia, de afrontar problemas, contradicciones y dificultades.  

 

 


 

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