Joe Biden entregó al Congreso una propuesta de Ley que apunta a regularizar el estatus migratorio de al menos 10 millones de indocumentados.
La norma se llama “Ley de ciudadanía estadounidense”, y si bien en las 2 cámaras del capitolio los demócratas son mayoría, en el senado no lo son tanto; ahí necesitarán al menos 60 votos para la aprobación, pero tienen seguro 51.
La propuesta de Biden propone las condiciones con las que se pueda otorgar la ciudadanía a los indocumentados que hayan llegado antes del 1 de enero de este año.
De acuerdo al espíritu de esta norma, el nuevo presidente estaría marcando un cambio radical en el tema migratorio respecto a Donald Trump.
Al lado de las propuestas reaccionarias del expresidente republicano, el proyecto de Biden es calificado como “la ley más progresista de la historia”.
La ley propone que los indocumentados podrán solicitar la residencia temporal, y la cual podría convertirse en permanente “al cabo de 5 años”.
Pero la intención de ser ciudadanos de EE.UU. no es lo que cuenta únicamente. Para ello el estado comprobará si no tienen antecedentes penales, verificarán si pagan impuestos y “otros requisitos básicos”.
Adicionalmente la propuesta de Biden plantea un enfoque distinto sobre la frontera. A diferencia de Trump no estima terminar el muro con México o el despliegue de más funcionarios.
La estrategia de control fronterizo del gobierno demócrata consiste en el despliegue tecnológico de herramientas que han más expedito el chequeo y “la capacidad de identificar narcóticos y otro tipo de contrabando”.
Especialistas en el tema de migración y de la naturaleza de los pactos en el Congreso, creen que esta norma no pasará tal cual como está planteada “porque no propone concesiones a cambio del sistema de legalización masiva”.