Cuando parecía que el guión en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), ya había terminado las tramas políticas más terribles de la historia contra Venezuela, después de los múltiples esfuerzos infructuosos de activar mecanismos desfasados, Julio Borges ha invocado una vez más una nueva artimaña.
El prófugo de la justicia venezolana se ha reunido con representantes del Grupo de Lima para planificar una nueva arremetida.
De igual manera, la idea es “activar la justicia internacional” para impedir la realización de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de este año.
Más sanciones
Julio Borges se jactó de las propuestas ilegales a través de su cuenta en Twitter, explicando que “el mundo debe continuar con la presión”.
Precisamente el eufemismo de llamar presión a las acciones que invocan ya es reconocida por la población, que ha sufrido graves crímenes de lesa humanidad.
En nota de prensa se pudo conocer que la OEA buscará esta semana aplicar dos instrumentos legales contra países libres.
Uno de esos mecanismos es para exigir reformas electorales en Nicaragua y otra que pide convocar lo antes posible comicios presidenciales en Venezuela.
La reunión está prevista para martes y miércoles a través de videoconferencias y se adelantó que Estados Unidos tendrá un “rol clave”.
Ministerio de colonias
La OEA fue bautizada desde hace décadas como el “Ministerio de las Colonias” por su rol cipayo a la hegemonía del imperio.
En el boletín informativo se detalló que el imperio pedirá a los Estados miembros que tomen “acciones más fuertes” contra Cuba, a pesar de que la isla se niega a formar parte del organismo, Nicaragua y Venezuela.
La patria bolivariana abandonó el organismo por petición propia en abril de 2019, cumpliendo el protocolo de dos años para la separación.