Con la llegada a Venezuela de Librado Orozco Zapata, designado como embajador extraordinario y plenipotenciario de la República del Perú; por el presidente Pedro Castillo, ambos países iniciaron una nueva fase de intercambio bilateral, bajo los principios de cooperación y solidaridad.
De esta forma, luego de 4 años de interrupción, a causa del establecimiento de un ciclo de gobierno neoliberal que emprendió hostilidades contra el pueblo venezolano, a través del denominado Grupo de Lima, el triunfo de Castillo retomó la senda de la hermandad latinoamericana.
Por tal motivo, el ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno Bolivariano, Félix Plasencia, manifestó que “con su arribo daremos inicio a una nueva etapa de nuestras relaciones diplomáticas; marcadas por el diálogo y el respeto mutuo entre Caracas y Lima”.
Por su parte, el viceministro de Relaciones Exteriores para América Latina, Rander Peña, fue el encargado de recibir al nuevo representante diplomático, el día sábado 15 de enero. “Ambos reafirmamos el compromiso mutuo de lograr una agenda constructiva que permita elevar la cooperación entre nuestros países”, comentó el funcionario.
Unión latinoamericana
El año pasado el denominado Grupo de Lima se debilitó con la posición de respeto que demostraron gobiernos como los de México, Argentina, Bolivia; a lo cual se sumó el triunfo de la izquierda peruana con Pedro Castillo.
Además, el pasado 28 de diciembre de 2021, el ministro de Relaciones Exteriores del Perú, Oscar Maúrtua de Romaña, recibió las Cartas Credenciales de Alexander Yánez Deleuze. Así entró en funciones el nuevo embajador extraordinario y plenipotenciario de la República Bolivariana de Venezuela.
Con todo esto, ahora surge la oportunidad para la construcción de un nuevo esquema de relaciones entre Venezuela y Perú; con impacto positivo a escala continental. Además, el hecho supera el ciclo de agresiones que inició el exmandatario peruano, Pedro Pablo Kuczynski contra la administración del presidente constitucional, Nicolás Maduro.
Orozco Zapata fue embajador en El Salvador y trabajó en servicios diplomáticos de su país en Rusia, Hungría y Canadá. También se desempeñó ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y fue director general de Relaciones Internacionales y Viceministro de Políticas para la Defensa.