Entre la turba que tomó el Congreso de los EE.UU. no solo destaca la figura de un pintoresco cavernícola, sino también la estampa prestigiosa de un campeón olímpico.
Klete Keller, un exnadador de la selección nacional de su país, también estuvo el 6 de enero entre quienes como Trump, creen que la confirmación de Biden había que impedirla porque es el resultado de un fraude.
Keller, como todo un campeón del estilo libre, se coló libremente en el Congreso, aunque el Capitolio no es precisamente una piscina.
El exdeportista fue grabado por un periodista (Julio Rosas) que estaba dentro del parlamento mientras la policía forcejeaba con los tomistas.
Las imágenes revelan que al menos no parecía en actitud violenta, pero su presencia inequívoca no corresponde a una visita de turismo en un día y momento desafortunadamente equivocado.
Los delitos
La fiscalía estadounidense presentó cargos contra Keller, pero medios internacionales que mencionan la noticia destacan que los documentos “no describen de forma completa lo que el deportista hizo, más allá de hecho de que los oficiales trataron de expulsarlo del recinto junto a otros partidarios de Donald Trump”.
Los cargos que se le formularían al ex nadador serían los de “obstruir la aplicación de la ley, entrar o permanecer, a sabiendas, en un edificio o recinto restringido sin autorización legal, y de entrar violentamente y alterar el orden público en el Capitolio”.
Keller fue campeón olímpico durante los juegos de Sidney 2000 y Atenas 2004. Hizo equipo con el legendario Michael Phelps y ahora añade a su palmarés la de hacer equipo a la causa de Trump en el asalto histórico al Congreso de EE.UU:, una hazaña por la que los jueces no le aplaudirán y de la que seguramente tampoco le dejarán salir seco ni libremente.