El controversial discurso de Bolsonaro en la ONU

No solo protagonizó un comentado episodio en Nueva York cuando le prohibieron la entrada a un restaurante por no estar vacunado, sino también un discurso mal leído y plagado de lo que muchos calificaron como falacias, con un gran nivel de egocentrismo en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Así fue la actuación del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro en tan importante cumbre del organismo multilateral.

El mandatario, al hablar en la sesión de apertura anual de la Asamblea General de la ONU, no trató temas de interés global ni se dirigió a todos los países miembros; por el contrario, el ultraderechista presidente brasileño optó por dirigirse a sus más radicales seguidores, que apenas representan un 15% de los ciudadanos del país suramericano.

¿Democracia en Brasil?

Aseguró que su llegada a la presidencia brasileña impidió que Brasil volviese “al borde del socialismo”, que según él amenazaba el país a lo largo de los últimos 30 años; olvidándose que sucedió al derechista Michel Temer, que usurpó la presidencia luego de un golpe institucional que derrocó a la entonces presidenta progresista Dilma Rousseff.

En ese sentido, elogió las manifestaciones golpistas encabezadas por él y que, el pasado 7 de septiembre, pedían entre otras cosas el cierre del Congreso, del Supremo Tribunal Federal y convocaban a una “intervención militar con Bolsonaro” al frente. Lo que deja una vez más en evidencia su disposición a atentar contra la democracia brasileña y regional.

Sobre la pandemia

Se conoce que, desde el principio de la pandemia, Bolsonaro con su visión negacionista ha atacado todas las medidas científicas, de prevención y seguridad para evitar mayores estragos del covid-19.

Esta vez lo volvió a hacer, cuando condenó medidas preventivas, con énfasis en el “pasaporte sanitario”, vigente en Nueva York, varios países del mundo y diversas ciudades brasileñas. Todo esto lo dice sin mayor preocupación cuando su país es uno de los más afectados por la enfermedad viral; donde se registran más de 500 mil muertes.

En medio de la pandemia, Bolsonaro recomendó medicamentos sin eficacia; también se opuso a los confinamientos y descartó, en un momento la compra de vacunas para inmunizar a la población. Ayer, en su discurso, afirmó que su gobierno apoya la vacunación pero hace apenas unos días, volvió a criticarla y puso en duda una vez más la eficacia de los inmunizantes.

En cuanto a la corrupción

Bolsonaro dijo que en casi 3 años de su mandato no se registró “ni un caso de corrupción”. Pero nada más lejos de la realidad que esta afirmación.

Hay cientos de denuncias acumuladas en la Comisión de Investigación del Senado sobre maniobras en el ministerio de Salud, cuando su titular era un general activo del Ejército; y todas las pruebas e indicios relacionados a sus 3 hijos que actúan en política por la práctica de contratar asesores fantasmas y quedarse con sus sueldos.

Además, es preciso recordar que algunas investigaciones arrojaron la responsabilidad de Bolsonaro en el agravamiento de la pandemia, cuando se descubrió la existencia de un “comando paralelo” y sin relación con la salud; lo que empeoró la situación de la crisis sanitaria.

¿No hay violación al medio ambiente?

Por si fuera poco, negó que en su país esté atrasado en cuanto a legislaciones ambientales y esté promoviendo leyes que amenazan la vida de los indígenas en sus tierras.

En su lugar, desvió el discurso. Culpó a países ricos por estas cuestiones y elogió el agronegocio que tanto daño le ha hecho al ecosistema y a las áreas protegidas.

Además, Bolsonaro evadió el derribo ilegal de miles de árboles y contrabando de madera al exterior. Su exministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, fue denunciado de contrabando por los Estados Unidos.

Al final, lo que se escuchó de voz de Bolsonaro en la ONU, fue una versión propia sobre su país pero que no es parte de la realidad. De esta manera, se entiende cuando el dignatario mencionó que hablaría de un país que no aparece reflejado en los medios y es porque todo lo que dijo, estuvo basado en inventos.

 

 


 

Daniela Jiménez: