Juramentan directivas paralelas del Congreso Nacional de Honduras

Como si se tratara de guion de desestabilización regional, la oposición hondureña juramenta una directiva paralela del Congreso Nacional. Tal como ocurrió en Venezuela hace 4 años.

En esta oportunidad el partido Libertad y Refundación (Libre) decidieron convocar una sesión ilegal fuera de la sede oficial. Acto donde eligieron con 76 votos al parlamentario Jorge Cálix como “presidente” del congreso; luego que su expulsión del Partido Libre tras violentar los acuerdos políticos con alianzas que permitieron el triunfo de la Xiomara Castro.

Mientras tanto, en las instalaciones del Congreso Nacional, 96 parlamentarios de la alianza de la presidenta electa, juramentaron a Luis Redondo, del Partido Salvador de Honduras (PSH), como presidente legítimo del Legislativo. Dicho acto solemne contó con el masivo apoyo popular a las afueras del recinto, así como el apoyo de Xiomara Castro y la dirigencia nacional que la acompañará en su mandato.

Traición al pueblo

El origen del conflicto, fue explicado en un comunicado, de la presidenta electa Xiomara Castro; quien manifestó que al no contar con los 65 escaños para designar la directiva; convocó una reunión entre el Partido Libertad y refundación libre para sumar apoyos a favor del legislador Luis Redondo. Reunión a la que no asistieron 20 de los 50 legisladores electos por el Partido Libre.

Los legisladores ausentes en la convocatoria de Castro, incumplieron los acuerdos pactando con el Partido Nacional, la presidencia de Jorge Calix, quien fue expulsado por traición al igual que los 19 legisladores restantes. Según lo expresó el coordinador general de la tolda roja, Manuel Zelaya.

En este sentido, Xiiomara Castro ratifica  el carácter popular de su mandato; negando cualquier alianza con los voceros del crimen organizado, la corrupción y el narcotráfico, representados por el Partido Nacional.

Terreno minado

Diversos analistas políticos latinoamericanos  manifiestan preocupación ante la situación que representa un riesgo para la estabilidad del país centroamericano. Herido por 12 años de narco Estado y corrupción.

Por otro lado, se encienden las alarmas con los llamados realizados desde la embajada estadounidense en Honduras, dado el historial de la Casa Blanca en injerencia y desestabilización de la región; especialmente  contra los gobiernos progresistas o revolucionarios.

 

Fransay Riera: