Al admitir que la “dirigencia” actual de la oposición no es una alternativa real en el ámbito político de Venezuela, el vocero ultraderechista Henrique Capriles Radonski reaccionó tras la extensión del autoproclamado “gobierno interino” de Guaidó y la instalación de la Asamblea Nacional legítima, que preside Jorge Rodríguez.
En tal sentido, Capriles, quien además de ser un acérrimo adversario de la Revolución Bolivariana, critica fuertemente las acciones ilegales de sus antiguos socios (Leopoldo López, Julio Borges y Guaidó). Por ello, citó indicadores socioeconómicos al señalar que en 2022 “el sector político no puede seguir hablándose a sí mismo”.
“El venezolano habla y no podemos quedarnos viendo pa’ los lados.
Acompañar, ayudar, proponer y luchar con los venezolanos sobre la base de la realidad y la verdad debe ser prioridad; quizás ello permita ser nuevamente una alternativa que despierte el interés de la mayoría”, comentó.
Asimismo, reiteró que en el nuevo año insistirá en que se produzcan “cambios reales en el escenario político de Venezuela; más allá de discursos que sólo quedan en una parte de la dirigencia. “Haremos todos los esfuerzos en esa dirección”.
El malquerido
En los últimos tiempos Capriles Radonski ha recibido expresiones de repudio por parte de militantes de otros sectores de la oposición e incluso ciudadanos y ciudadanas que simpatizan con la derecha y que en otros tiempos le apoyaron. Todo esto por alejarse de la corriente que conduce Guaidó y criticar las acciones violentas e ilegales que promueve.
De esta forma, es visto como “malquerido” por aquellos sectores que llaman constantemente a la abstención, que piden intervención extranjera y que aplauden la continuidad de un supuesto interinato en el país.
Sin embargo, también en sectores del chavismo se le recuerda como uno de los principales artífices del golpe de Estado de abril de 2002, cuando personalmente, como alcalde del municipio Baruta, en el área metropolitana de Caracas, protagonizó el asalto a la embajada de la República de Cuba, durante la persecución contra líderes revolucionarios.
Actualmente forma parte de las facciones de oposición en Venezuela que consideran un fracaso la autodenominada “gestión” de Juan Guaidó. Incluso, recientemente Capriles declaró que “eso que llaman interinato se murió el 30 de abril de 2019. Ahí le dieron cristiana sepultura”.