El pasado viernes 8 de mayo se difundió ampliamente en redes sociales un audio de WhatsApp de un supuesto líder negativo del sector Cotiza de la parroquia San José de Caracas (municipio Libertador), en el que el presunto autor de la nota de voz se identifica, sin más, como el “hampa” y acto seguido envía un mensaje de rechazo y amenaza al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, además de un llamado al alzamiento de grupos irregulares que operan en barriadas populares de la capital del país. Pero el envío del mentado audio no es inédito ni casual: ya en 2019 lo habían echado a rodar, tal vez con iguales objetivos en aquel entonces a los de hoy.
Y es que el contexto es el de una feroz campaña de fake news que acompaña a enfrentamientos entre bandas delictivas (una de ellas liderada por “el Wilexis” y todo lo que éste representa), en la parroquia Petare del municipio Sucre del estado Miranda, el barrio más grande de Latinoamérica. Una campaña que cambia de narrativa según convenga y sin disimulo: primero, el Ejecutivo secunda a grupos irregulares permitiéndoles actuar a libre albedrío y, luego, cuando el Gobierno decide intervenir es acusado de “régimen dictatorial y opresor” que echa a la calle a sus fuerzas de exterminio para matar a “inocentes integrantes” de grupos dedicados al robo, extorsión, tráfico de drogas, secuestro y homicidio, sin respetar derechos humanos, cuando en realidad en Venezuela rige la máxima del uso diferenciado y progresivo de la fuerza. Todo pareciera hacer parte de la interesada mediática, que cuando de delincuencia organizada y caos se trata saca sus réditos.
En ese sentido, la dirección parroquial del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el Sistema de Fuerza Caracas Caribe enviaron una enumeración de acciones en marcha dentro de Cotiza, para desmentir lo que puso a sonar el reenganchado audio:
Reubicación de la economía informal; reactivación del mercado municipal de San José y de la EPSDC de gas en la parroquia; acompañamiento y sensibilización en comercios para el cumplimiento de los precios acordados establecidos entre Gobierno y sectores económicos del país; jornadas casas por casa con el equipo de salud en pesquisaje masivo para detectar y descartar posibles casos de covid-19; lo mismo que jornadas de distribución de alimentos no perecederos, proteínas y medicinas bajo la modalidad “Yo compro en casa”. Además de la incorporación de quienes adversan a la Revolución Bolivariana en el proceso de organización comunal para la autogestión.
Aseguran desde la vocería del poder popular que “todos estos elementos conjugados tocan intereses y molestan al enemigo. Sin bajar la guardia y alertas seguiremos firmes avanzando. Sin vacilaciones defenderemos la Patria casa a casa, vereda por vereda, calle por calle y comunidad por comunidad”.